¿Qué beneficios ofrecen las tablas de rutinas para niños?

Padres y madres pueden sentirse muy familiarizados con una rutina que se fortalece a partir del valor de la experiencia. Además, la rutina también adquiere forma a partir de las decisiones tomadas en relación con la gestión del tiempo. Sin embargo, dicho término puede resultar muy abstracto para un niño.

El concepto adquiere una representación visual cuando queda perfectamente enmarcado en una tabla que describe el transcurso del día y los momentos que lo componen. Las tablas de rutinas para niños son un recurso práctico y educativo. Muestran una secuencia de las tareas que componen la jornada.

Instantes que, por otra parte, están ilustrados con bonitas imágenes. De este modo, aunque el peque no haya aprendido a leer sus primeras palabras, comprende la información del dibujo que describe un momento específico. Es posible crear una programación que contemple el ciclo de un día entero. Pero la tabla también puede aplicarse a un contexto más breve como, por ejemplo, el periodo previo al descanso. ¿Cuáles son los beneficios que produce esta fuente de información?

1. Comunicación

Los padres acompañan al niño en el aprendizaje de aquellas tareas que componen la rutina. Por ello, la repetición resulta esencial para transmitir una información que, aunque parezca evidente para el adulto, se percibe desde una perspectiva distinta en la niñez. Pues bien, la tabla es una herramienta de comunicación que clarifica cualquier duda que el peque pueda tener respecto a la estructura de la jornada.

2. Adaptación al cambio

El contenido de una rutina puede modificarse para adaptar la información al presente. A lo largo del proceso de crecimiento, el niño aprende nuevas tareas y, por tanto, puede asumir nuevas responsabilidades. Pero es un proceso gradual y personalizado que debe respetar los tiempos del protagonista. La tabla de rutinas refuerza la autonomía infantil porque incluye objetivos que son acordes a su edad.

3. Ocupa un lugar visible en el hogar

La tabla personaliza la decoración del hogar. Se integra en el espacio ya que se sitúa en un lugar visible. De este modo, el niño experimenta el encuentro frecuente con una fuente de información que resulta de utilidad para aprender nuevos hábitos. Por tanto, recuerda una información importante sin que el adulto tenga que repetir constantemente las mismas indicaciones (aunque es muy importante que te impliques en el acompañamiento, en la explicación y en el refuerzo positivo). Es decir, la tabla es un complemento, pero no sustituye el valor de la palabra en la comunicación familiar.

La elaboración de una tabla de rutinas se convierte en un proyecto creativo que la familia realiza como un equipo. Y el propio niño puede colaborar en la representación del formato. No solo es un medio de apoyo para planificar el calendario del día, sino que permite hacer un seguimiento de las metas cumplidas durante la semana. Aunque la rutina familiar aporta una zona de confort que refuerza el bien común, también pueden surgir dificultades en torno al cumplimiento de las tareas previstas. Por ello, la tabla es una fuente de información que simplifica aquellos obstáculos que pueden producirse en el día a día.

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