¿Qué es la alfabetización emergente?

La alfabetización es muy importante para el ser humano, ya que leer y escribir son conocimientos que abren numerosas puertas. Sin embargo, el proceso de aprendizaje empieza incluso antes de que el alumno comience su primer día en la escuela.

Así lo pone de manifiesto el concepto que analizamos en Uno más en la Familia. La escritura y la lectura son experiencias que se afianzan de una forma gradual, es decir, no son la consecuencia de acciones inmediatas.

De hecho, el camino de aprendizaje comienza incluso antes de la iniciación del periodo escolar. Un tiempo previo que constituye una etapa de preparación para el desarrollo potencial de la comprensión lectora y la expresión escrita. La interacción con el entorno propicia la adquisición de conocimientos que resultan esenciales en relación con este tema. Hay que tener en cuenta que el niño adquiere habilidades lectoras a partir de planes concretos como la lectura de cuentos en el ámbito familiar.

El niño es un lector emergente

El aprendizaje convencional de la lectura y la escritura se enmarca en el ámbito formal del calendario educativo. De este modo, el alumno aprende las letras del abecedario, el significado de nuevas palabras, se adentra en la lectura de palabras, frases y textos. Pero cuando el niño afronta dichos retos, no parte desde cero, sino que tiene una base previa.

Una preparación a la que hace referencia la alfabetización emergente que pone el acento en un concepto clave: proceso. Un proceso que explica la evolución continua que experimenta el niño. La interacción con el entorno social y cultural también resulta importante, puesto que el bebé protagoniza diversas experiencias y aprendizajes que son significativos.

Acciones positivas para lectores emergentes

La lectura y la escritura están directamente vinculadas con el lenguaje. Un lenguaje que propicia la interacción con los otros y que el propio niño adquiere de forma gradual. Incluso cuando un niño no lee y comprende un texto amplio, sí posee la capacidad de lograr ese objetivo a nivel potencial (es decir, en el futuro).

De este modo, el peque es un lector emergente que adquiere habilidades significativas como, por ejemplo, repetir de memoria un fragmento de un texto o interactuar con los libros. La realización de garabatos y trazos también resulta muy importante.

Existe una actividad que muchas familias cultivan en la rutina diaria: leer cuentos en voz alta a los niños, no solo para fomentar el amor por la lectura, sino también para compartir un tiempo feliz que fortalece los vínculos afectivos. También es positivo crear una biblioteca de libros infantiles con los que el peque interactúe en el hogar. Cuando leas un cuento a tu hijo, puedes marcar con el dedo las palabras del texto que pronuncias en voz alta.

El niño es un lector emergente y está acompañado por la familia durante el proceso de aprendizaje previo al inicio de la etapa escolar. Por medio de un largo tiempo de descubrimiento, no solo lee o escribe, sino que descubre la relación que existe entre ambas formas de expresión.

Libros #cuentos #lectura