Pruebas de diagnóstico para el recién nacido

Nada más nacer tu niño verás como lo separan de ti durante un largo tiempo, que dependerá de los protocolos y sensibilidad de cada hospital, con el propósito de hacerle algunas pruebas. Aunque resulta especialmente doloroso para la madre, que ya desea tener a su bebé rápidamente en sus brazos, es totalmente necesario que se comprueben ciertos aspectos vitales para evitar problemas posteriores.

Pero ¿sabes cuáles son esas pruebas a las que someten a tu chiquitín?

El test de Apgar. Es una de las pruebas más importantes que se realizan nada más nacer nuestro bebé y determina si nuestro bebé se adapta al nuevo mundo al que ha nacido. Se le mide la frecuencia cardíaca, la respiración, el tono muscular, la respuesta a diferentes estímulos y el tono de la piel.

Otras pruebas. Se comprueba la talla, el peso y el perímetro craneal. Se le ponen unas gotitas de colirio ya que es frecuente que los bebés sufran conjuntivitis, debido a las bacterias que se encuentran en el canal del parto. También se le inyecta una dosis de vitamina K, ya que es posible que le falte y es vital para la coagulación de la sangre. Se le comprueba la permeabilidad de las fosas nasales y se le elimina el meconio (las primeras heces del bebé).

Examen fisiológico a fondo. Durante las primeras 24 horas de vida se examinará al pequeño desde todos los puntos de su organismo. El pediatra le auscultará el corazón y pulmones, exploración de abdomen y genitales. A través de la maniobra de Ortolani, sabrán si tiene alguna luxación de cadera. Estas pruebas darán los resultados exactos de la salud del recién nacido.

La prueba del talón. Se realiza durante las 48 horas primeras de vida mediante un pequeño pinchacito en el talón del bebé, con esa gota de sangre se pueden detectar distintas enfermedades metabólicas como el hipotiroidismo o la fibrosis quística.

Vía | Pequelia
Foto | Wikipedia

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