Propósitos de Año Nuevo con los peques
Los propósitos de Año Nuevo son un tópico pero a mi me resultan muy interesantes y trato de hacerlos cada año. Nunca me propongo cosas como ir al gimnasio, que se que no van a funcionar, lo enfoco en un plano más emocional. Me gusta parar un momento y ver mi vida con cierta objetividad, aprender de lo que estoy haciendo bien y sobre todo fijarme en lo que hago mal y el día a día no me deja percibir.
Desde que tenemos niños nos gusta hacer unos propósitos familiares, sencillos pero que sirvan de compromiso para todos. Es muy interesante por varios motivos, los padres tenemos que ayudarles con cosas que no sean las de cada día: no corras, no grites, pórtate bien en clase, haz tus tareas… Hay que buscar algo relativamente fácil de cumplir para que no se rindan rápido y que funcione al menos durante unos días.
Como el ejemplo es la mejor manera de enseñar, siempre empezamos los mayores, y aquí viene lo que más me gusta, los niños meten baza para decir cuales les gustaría que fueran nuestros cambios y salen cosas como que tengas más paciencia cuando no me quiero acostar, que juegues a un juego más veces o que me dejes irme a la cama sin lavarme los dientes cuando esté muy cansado. Entre las cosas que salen algunas te hacen reflexionar y te das cuenta que tienes que esforzarte por cambiarlas o mejorarlas por ellos.
No podrán acostarse sin lavarse los dientes, ni van a conseguir dejar de hacer sus tareas, pero entre otras cosas trataré de recordarme que he de ser más paciente y jugaremos más a menudo con ese juego. De momento los propósitos de Año Nuevo nos han servido para conocernos un poquito más, y eso ya es positivo.
¿Lo hacéis vosotros también?
Foto | Flickr-Jacinta Lluch Barrero
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