Un prodigio de siete años en la pizzería
Dicen que todos tenemos talento para algo incluso aunque no lo hayamos descubierto a una cierta edad. Lo mejor para que nuestros hijos encuentren y desarrollen el suyo es ofrecerles muchas experiencias vitales. No se trata de agobiarles sino de permitirles experimentar, tocar y desarrollar su curiosidad e intereses. Incluso a veces hay que empujar un poco para que prueben algo nuevo. Puede que descubran ahí un hobby, algo que les encanta o una habilidad especial.
El niño del vídeo, Michael, tiene solo siete años y es un mago con la masa de pizza. Seguramente de no haber sido porque su padre tiene en Nueva Jersey la Carmine Pizza Factory, habría sido difícil que desarrollara tal habilidad. Parece un profesional de pequeño tamaño. Un ejemplo más de que mientras estén seguros, hay que dejar que prueben de todo.
Pero lo más sorprendente en este caso es que Michael no es el único artista de la familia. Tiene un hermano pequeño, Nicholas, de 5 años que sigue sus pasos muy de cerca. Los dos juntos hacen una auténtico espectáculo girando y lanzando al aire la masa. Es inevitable sonreír y sorprenderse al verles.
La parte mala de todo esto es que los niños pueden haberse convertido en el reclamo publicitario de la pizzería. Parece que además de grabar vídeos también salen de casa para hacer su espectáculo. Mientras se lo pasen bien y lo hagan porque quieren no tengo nada que decir, pero es fácil aprovecharse de la situación. Desde luego tienen muy aprendido que deben promocionar el negocio familiar, como se ve en alguno de los vídeos de la página de Facebook.
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