Procrastinación infantil, ¿cómo evitarla?
Procrastinar es el hábito de ir dejando para después, para un indefinido mañana, las tareas u obligaciones que debemos realizar. En ocasiones el retraso puede ser tal que ya resulte inútil o imposible llevarlas a cabo. En otras palabras: se perdió la oportunidad.
Según la psicóloga mexicana María Isabel Gutiérrez Peláez, la procrastinación se suele producir en tres marcos principales.
- Marco depresivo: estamos tan tristes que no podemos hacer frente a las obligaciones.
- Marco obsesivo: quiero hacer las cosas de una manera tan perfecta que nunca hallo el momento de llevarlas a cabo.
- Marco de presión: cómo trabajo mejor bajo presión, dejo todo para último momento aunque vaya a generarme estrés.
La procrastinación es un hábito que puede aprenderse y por eso, es fundamental que cómo padres eduquemos a nuestros hijos en no dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Podríamos concretar las estrategias para evitar la procrastinación en la infancia en cinco:
- Fomentar que los niños planifiquen sus tareas y ayudarles a seguir un horario.
- Mostrarle el beneficio de llevar a cabo primero las tareas aburridas para luego poder disfrutar al máximo de las divertidas.
- Ayudarles a desarrollar una sana autoestima. Aquí es importante enseñarles a nuestros hijos que el perfeccionismo exagerado no es bueno y que el fracaso no es más que una etapa en el camino hacia el éxito, por lo que no hay que tenerle miedo. También a que conozcan sus fuerzas y debilidades para que sepan medir el tiempo que necesitarán en cada actividad.
- Y por último: Predicar con el ejemplo. No podemos pretender que nuestros hijos no caigan en la procrastinación si nos ven a nosotros mismos dejar todo para último momento.
Vía | Televisa
Foto | Flikr-LynnFriedeman
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