Principales características de las familias posmodernas
Las relaciones personales, la educación y la crianza cambian y evolucionan. En Uno más en la Familia profundizamos en los rasgos y características del concepto de familia posmoderna. ¿Cuáles son sus propiedades habituales?
1. Diversidad: más allá de la visión tradicional
La familia posmoderna va más allá de los roles convencionales. El hogar adquiere distintas formas, pero en todas ellas existe un ingrediente clave: el sentido de pertenencia. La familia posmoderna no solo puede estar configurada a partir de decisiones conscientes, sino que las propias circunstancias influyen en la situación personal.
2. Desarrollo profesional y conciliación
Como hemos comentado, las familias posmodernas rompen con algunos de los patrones clásicos. Por ejemplo, el desarrollo profesional femenino y la implicación de ellos en el cuidado y la crianza transforman no solo la vida familiar, sino también la propia sociedad.
3. Adaptación al cambio
El cambio es constante a lo largo de la vida y de la historia. Sin embargo, se intensifica en la actualidad. Una transformación que también tiene su reflejo en los vínculos personales. Las familias posmodernas son resilientes, flexibles y evolucionan. Los divorcios, rupturas y separaciones forman parte de la realidad de parejas con hijos. En definitiva, la esencia del sistema familiar no es estática, sino dinámica.
Por ejemplo, crecen las familias ensambladas. En ese caso, uno o ambos miembros de la pareja ya eran padres antes de conocerse. Por tanto, surge una nueva historia sobre una base previa.
4. Digitalización, globalización e inmediatez
Como hemos comentado, el análisis del concepto de familia posmoderna se integra en el contexto. Aunque el cambio es permanente en la existencia humana, su presencia se multiplica en la actualidad. La globalización y la digitalización intensifican la conexión con novedades constantes. A su vez, la rutina avanza al ritmo frecuente de la inmediatez y la prisa. Un estilo de vida que no solo afecta a los niños, sino también a los adultos. Practicar la capacidad de esperar puede parecer todo un desafío.
5. Padres y madres invierten tiempo en su aprendizaje
La educación es otro de los temas que ocupa a las familias posmodernas. De hecho, crece el interés por pedagogías alternativas que van más allá de la enseñanza tradicional en la que existe una estructura jerárquica en el aula.
Del mismo modo, los progenitores se informan sobre asuntos que están íntimamente relacionados con la crianza: leen libros, acuden a escuelas especializadas, asisten a charlas impartidas por expertos…
6. Búsqueda de sentido más allá de la vida familiar
La familia es un pilar importante en la vida personal. Sin embargo, la felicidad no se agota en los límites del propio hogar. El deseo de realización personal es constante en los adultos. De este modo, el proyecto de grupo se complementa con la perspectiva individual de la existencia.
7. Planificación
La decisión de tener un hijo supone un cambio muy importante en el proyecto de vida personal. Por ello, es un paso que se medita y se reflexiona con el firme propósito de encontrar el momento más adecuado. Es decir, se integra en el contexto de un cambio planificado. Aunque también existen obstáculos y dificultades que pueden modificar las expectativas personales. Por ejemplo, la inestabilidad profesional y la incertidumbre de futuro.
Comentarios cerrados