Primeras amistades: ¿Qué factores influyen en su formación?
La amistad es una experiencia positiva y natural que impulsa el potencial interno en las distintas fases de la vida. Las amistades en la vida adulta pueden elegirse desde una etapa de la existencia que está marcada por el aprendizaje previo, la experiencia, el autoconocimiento… Sin embargo, los niños tejen sus propios vínculos de forma gradual a través del juego, la rutina y la interacción en un entorno de pertenencia. ¿Qué factores refuerzan la creación de las primeras amistades?
1. Edad, factor clave en la conexión con los amigos de la infancia
Mientras que la diferencia de edad no es tan determinante en la juventud o la madurez, las primeras relaciones surgen entre niños que se encuentran en la misma etapa. En definitiva, surge una relación de semejanza ya que, aunque cada niño posee su individualidad y diferencias, existen otros factores que se repiten en un grupo en el que se perciben otros aspectos que se repiten.
2. Afinidad, la relación de semejanza entre los amigos de la infancia
Aunque en un grupo haya varios niños, es frecuente que se empiecen a crear lazos más cercanos entre algunos de ellos. ¿Cuál es el factor que impulsa la conexión y la vinculación con otro niño? En este contexto, conviene mencionar un dato a tener en cuenta: la afinidad. Una afinidad que, al igual que ocurre con la edad, crea una relación de semejanza. Sin embargo, la afinidad se basa en cuestiones más personales relacionadas con el carácter, el modo de ser y las preferencias de ocio.
3. Continuidad y tiempo en común: los niños se conocen cuando comparten
Una conexión se torna más familiar y cotidiana en el marco de una rutina que hace que el encuentro interpersonal sea posible. Es decir, más allá de la edad, la afinidad y otras coincidencias favorables, es importante que exista una continuidad en el trato a través del tiempo compartido en común en el barrio, en el colegio o en el entorno familiar.
4. Mayor autonomía: creación de un mundo propio en la infancia
Los padres son una gran referencia para sus hijos desde la perspectiva de la seguridad, el afecto y la protección. Durante el proceso de crecimiento y evolución personal, el niño expande su propio mundo a través del desarrollo de su autonomía. Una autonomía que se afianza poco a poco de forma gradual y que también integra el valor de la amistad. Y es que, los primeros amigos se transforman en compañeros de aprendizajes, juegos y momentos significativos.
5. Entorno familiar
En la formación de los primeros vínculos de amistad también influyen las decisiones, estilo de vida y el comportamiento del entorno familiar. Por ejemplo, si surge una conexión estrecha entre dos familias, los niños tienen la oportunidad de coincidir de manera regular en reuniones, planes y espacios.
Las relaciones personales también son cambiantes. La importancia de los primeros vínculos no está determinada por su nivel de evolución potencial en otras etapas. Son vínculos que inciden de manera directa en el presente a través de la comunicación, el encuentro, el juego y la ilusión.
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