Prevenir las quemaduras en casa
Uno de los accidentes caseros más frecuentes y que puede tener consecuencias muy graves son las quemaduras, un 92 por ciento de ellas ocurren en el hogar, sobretodo en la cocina. En la mayoría de los casos se producen por falta de prevención o por un lamentable despiste. El principal causante de quemaduras en niños pequeños es el calor y el fuego, seguido de los líquidos hirviendo, y en menor medida por radiación, electricidad o sustancias químicas.
Según la doctora Lara B. McKenzie, coautora de un estudio publicado en Pediatrics sobre este tema, «Los padres deberían tomar conciencia de cómo están organizados los electrodomésticos y la cocina; las quemaduras en la cocina son las lesiones más comunes en pediatría. A los niños, no se les debería permitir jugar en o cerca de la cocina, en especial mientras se está cocinando; y los niños pequeños no deberían operar el microondas u otros dispositivos eléctricos. Lo mejor es mantener la comida y los líquidos calientes lejos de los extremos de las mesas y muebles, y nunca cargar a un niño mientras se transportan líquidos calientes». Añadió que, «Nunca dejar planchas, secadores, enruladores o alisadores para el pelo cerca de los niños; guardar fósforos, encendedores, combustible y sustancias químicas, y tapar los enchufes eléctricos cuando no se usan».
La gravedad de una quemadura depende de su extensión, de la edad del pequeño y de la parte del cuerpo afectada. Dependiendo de su gravedad los médicos las clasifican en:
- De primer grado. La piel se ha enrojecido.
- De segundo grado. La quemadura ha llegado a la capa inferior de la piel y se forman ampollas.
- De tercer grado. La piel se ha carbonizado y pueden estar afectados los músculos, los vasos y los huesos.
Ante una quemadura se debe mantener la calma pero actuar con rapidez. Lo primero es evitar que el niño se siga quemando, apagando la corriente o las llamas, por ejemplo. Despues se debe enfriar la zona quemada con abundante agua durante unos 10 o 15 minutos. Hay que tapar la quemadura con una gasa estéril o un paño límpio, que no se deshilache, sin apretarla. Para evitar que baje la temperatura corporal hay que abrigar al herido. No le des ni agua ni alimento. Si la quemadura es extensa o grave, tumba al niño de espaldas o sobre el costado si la zona quemada está en la espalda.
Llama a urgencias o lleva tu mismo al niño, dependiendo de la gravedad y la extensión de la quemadura.
Más información | Universidad de Granada
Foto | Cirugía Plástica Moderna