Prevenir el corte de digestión
Las madres, más las de antes que las actuales, martirizamos a los niños con la hora o dos horas de espera después de comer para meterse en el agua porque les puede dar un corte de digestión. Pero, ¿es un mito o tiene base real?. Las dos cosas. El corte de digestión como tal no existe. Lo que puede producirse es un síncope de hidrocución que lo causa la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el agua. El desvanecimiento o pérdida de consciencia que puede provocar el ahogamiento, se debe a la constricción súbita de los vasos sanguíneos de la piel, por el cambio de temperatura. La sangre en ese caso se dirige a la red circulatoria profunda, especialmente al tubo digestivo y puede provocar una parada de la respiración y los movimientos cardíacos.
Las situaciones más peligrosas son entrar bruscamente en el agua tras realizar ejercicio intenso, tras mucho tiempo expuestos al sol o después de una comida copiosa, especialmente si ha sido acompañada con alcohol. Lo que se debe hacer siempre es ir bajando progresivamente la temperatura del cuerpo. Hay que mojarse la cabeza, la nuca, los brazos, etc, poco a poco. Nunca se debe pasar de estar seco al agua de golpe, hayamos estado o no en las situaciones enumeradas antes.
El doctor Félix Mearin, gastroenterólogo, advierte «Es importante decir a los niños que, una vez dentro del agua, deben salir rápidamente o pedir ayuda si sienten mareos, escalofríos, náuseas, visión borrosa o zumbidos de oídos. Esos síntomas pueden advertir de un ‘síndrome de hidrocución’ o de cualquier problema capaz de producir un desvanecimiento. Ante esa eventualidad, lo más importante es que el afectado esté fuera del agua. Cada año, los desvanecimientos en el agua son causa de muchos ahogamientos. En esto, la tradición no andaba equivocada».
El síncope de hidrocución puede deberse también a una consecuencia extrema de un reflejo normal. Cuando introduciomos la cabeza bajo el agua disminuye la frecuencia cardíaca. Si el organismo da una respuesta exagerada el reflejo puede provocar una parada cardio-respiratoria. Es más común en ancianos que en niños.
En resumen, es importante educar a los niños también ante el agua. Las duchas no son solo higiene, también una medida de prevención, e incluso en ellas hay que ir poco a poco.
Hoy ha fallecido un niño en un parque acuático al parecer, por un corte de digestión. Tenía cinco años y se le ha parado el corazón. Seguramente ha sido un síndrome de hidrocución. Que tristeza.
Foto | Flickr-Juselig1
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