Prevenir accidentes de tráfico, especialmente si llevamos niños en el coche
Con la llegada del verano y los días de vacaciones, los desplazamientos por las carreteras de nuestro país se multiplican de forma considerable. Es así como el tráfico aumenta y los automóviles se convierten en el medio de transporte más utilizado. Salir a viajar es uno de los placeres más plenos y que más satisfacciones aporta al ser humano, así que no es extraño que cada vez que tengamos unos días de descanso los utilicemos para conocer nuevos paisajes y lugares de interés.
Pero, desgraciadamente, este movimiento de tráfico deja, también, dolorosas y trágicas consecuencias. La confianza extrema frente al volante, los excesos de velocidad, las distracciones o la falta de respeto de las normas hacen que cada año, por estas fechas, se produzcan más accidentes de los necesarios, haciendo que las cifras de fallecimientos aumenten de forma lamentable. Cifras que, se vuelven mucho más dolorosas si nos encontramos con niños entre ellas.
Viajar con los niños en el coche
Viajar con los niños en nuestro propio automóvil es especialmente cómodo ya que podemos adaptarnos a sus tiempos y necesidades. Paramos cuando nos lo piden, si necesitan estirar las piernas o quieren comer, si hay que cambiarle el pañal, si se aburren, o si por el camino queremos enseñarles algún lugar especial para ellos. Pero nuestro coche no es un universo particular y aislado del resto del mundo. Es necesario seguir unas normas que son iguales para todos.
Los niños siempre deben ir en su asiento especial y bien sujetos. La Dirección General de Tráfico aconseja que vayan en el asiento trasero y en dirección contraria a la marcha. Con el fin de que no se aburran demasiado tendremos siempre a mano algún juguete y una botellita de agua, para que se vayan refrescando durante el camino.
El conductor debe tener especial cuidado con las distracciones que nuestro niño nos puede causar. Llamar nuestra atención es una de sus habilidades favoritas, así que mucho ojo con girar para hacerle un mimo u ofrecerle cualquier objeto. Mejor paramos y le atendemos debidamente.
Prevenir siempre es la mejor cura
Dice uno de los refranes más importantes de nuestra cultura que «Mejor prevenir que curar», así que lo vamos a aplicar, también, a la hora de viajar en el coche. Tanto si vamos con niños, como si no, es necesario que sigamos ciertos consejos que nos ayuden a estar más protegidos frente a los problemas que se puedan presentar en la carretera. ¿Qué podemos hacer cuando vamos conduciendo?
- El descanso es importante para mantenernos alertas y con los cinco sentidos puestos en el volante. Es aconsejable que pares cada dos horas, más o menos, aunque sólo sea para darte un paseito, estirar las piernas o, en algún caso, dar una cabezada. Además si viajas con niños ellos mismos te lo pedirán.
- Las comidas no deben ser copiosas ni abundantes. Si vamos a conducir mucho mejor si tomamos algo ligero para que la digestión no sea muy pesada. Por supuesto, nada de alcohol.
- El interior del coche debe tener una temperatura cómoda para todos. Un exceso de calor hace que nos sintamos más pesados, lo que además puede causarnos distracciones.
- Sobra decir que las normas de circulación han sido creadas para ser respetadas. El exceso de confianza en nuestras capacidades o las prisas, nos pueden traer graves consecuencias.
- El cinturón de seguridad es fundamental. Según los últimos datos, llevarlo puesto evita el 55 por ciento de las heridas y contusiones producidas en la carretera. Así que los niños irán bien sujetos en sus sillas especiales para ellos que, por supuesto, estarán homologadas y cumpliendo todos los requisitos para que su seguridad sea la perfecta.
Fotos | Feu Vert y Eureka kids
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