Prevención de la bronquiolitis

Prevención de la bronquiolitis

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    21 mayo 2015    2 minutos

La bronquiolitis es una enfermedad que por lo general puede aparecer en los pequeños menores a los dos años de edad. Si bien las causas pueden ser muchas la más frecuente es el virus sincicial respiratorio.

La bronquiolitis es una enfermedad que por lo general puede aparecer en los pequeños menores a los dos años de edad. Si bien las causas pueden ser muchas la más frecuente es el virus sincicial respiratorio, tengamos presente que más del 50 por ciento de los bebés, durante su primer año de vida, están expuestos a este virus.

También existen otros virus que podrán provocar la bronquiolitis, ellos son: adenovirus, influenza, parainfluenza.

Los virus pueden propagarse al estar en contacto directo con las secreciones de la nariz y de la garganta de alguna persona enferma. Es normal el contagio cuando se estornuda o toce cerca ya que las gotitas que se lanzan al aire se inhalan por el bebé. También se genera cuando se toca juguetes u objetos que después son tocados por los pequeños.

Existen algunos factores que incrementan el riesgo de sufrir bronquiolitis, por ejemplo, estar expuestos al humo del cigarrillo, vivir en condiciones de hacinamiento, ser menores de seis meses de edad, nacer antes de la semana 37 de gestación.

La bronquiolitis sueñe tener síntomas menores o pocos síntomas. Generalmente empieza a manifestarse como una infección leve de las vías respiratorias altas. Al pasar unos días el pequeño empieza a tener mayores problemas respiratorios, como tos o sibilancias.

Es normal que notemos que los bebés empiezan a tener una dificultad respiratoria y falta de aliento, estos síntomas pueden estar acompañados con fiebre y una respiración rápida.

El tratamiento de la bronquiolitis busca aliviar los síntomas ayudando a respirar mejor y evitando las sibilancias. Tengamos presente que los antibióticos no son efectivos para las infecciones virales. Si notas algunos de los síntomas recuerda llevar a tu hijo al médico, quien lo analizará y te dará el diagnostico correcto.

Además podrás darle de beber mucho líquido, la leche materna es ideal para los pequeños, gracias a ella podrás evitar la deshidratación. Otra opción es que respire aire húmedo para ayudar a desprender el moco, para eso se pueden usar humidificadores de ambiente.

Vía | NLH
Foto | Flickr – San Juan de Dios

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