¿Por qué mi bebé ronca?
Al llegar a la noche disfrutamos de un gran silencio que, en ocasiones, se puede romper al escuchar ronquidos. Lo que llama la atención es que, el ronque, sea el bebé. Nos referiremos a los bebés a los que les cuesta respirar mientras están durmiendo, un hecho que podría ser llamativo para los padres.
En términos generales podemos decir que los ronquidos en los bebés no son peligrosos, ni deben generar preocupación, pero si se acompañan de otros síntomas será necesario consultar con el pediatra inmediatamente.
Los niños pueden roncar por estar resfriados o porque un catarro generó que se puedan obstruir de manera parcial las vías respiratorias. Si esta es la situación en pocos días el bebé dejará de roncar, especialmente si el médico nos aconseja la mejor manera de dejar las vías lo más despejadas que se pueda. Podrá realizarse con lavados nasales antes de irse a dormir.
Los niños pueden roncar por estar resfriados o porque un catarro generó que se puedan obstruir de manera parcial las vías respiratorias.
Cerca del 20 por ciento de los pequeños que roncan pueden estar sufriendo un trastorno respiratorio y los ronquidos son un primer síntoma al que se debe estar atento. Se podría estar frente al denominado síndrome de apnea hipopnea del sueño, en estos casos los ronquidos van acompañados una suspención de la respiración por unos pocos segundos. Otra manera, de darse cuenta de este trastorno es ver que el pequeño transpira mucho mientras está durmiendo o si adopta extrañas posturas.
Cuando este problema continua hasta la edad escolar podrían darse un bajo rendimiento escolar, problemas de atención, falta de apetito y enuresis nocturna. Si notamos que son ronquidos son un síntoma de este problema es importante consultar con el pediatra, quien le realizará los exámenes necesarios para verificar o no el cuadro.
En otros casos los bebés roncarán porque el paso del aire se verá obstruido cuando pasa por las vías respiratorias obstaculizando por las amígdalas que son muy grandes o por vegetaciones. También se podría tener problemas en la cavidad bucal o en las mandíbulas de los pequeños.
Es necesario que se preste atención de los ronquidos, poder ver si se mantienen a lo largo del tiempo, si generan problemas en el sueño y altera el descanso, si repercuten durante las actividades del día. En cualquiera de estos casos te aconsejamos buscar ayuda de un profesional.
Generalmente estaremos frente a ronquidos que coinciden con resfriaros o catarros. Si el pequeño ronca de forma frecuente, sin estar ni resfriado ni acatarrado, hablemos con el pediatra. Si bien parece difícil de encontrar una solución esto no es imposible.
Afortunadamente, como te dijimos anteriormente, los ronquidos irán disminuyendo de manera gradual a medida van pasando los días, de esta forma se recuperará el tan apreciado silencio nocturno que tanto nos ayuda a descansar.
Vía | Alvarado neumologo pediatra
Foto | Pixabay – Tung 256
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