Por qué dos hijos son tan distintos: 6 factores clave

Cada hijo es diferente al otro y la diferencia puede visibilizarse todavía más durante el proceso de crecimiento. Y los padres suelen preguntarse cómo es posible que habiendo crecido en el mismo hogar y habiendo recibido la misma educación, haya cambios tan significativos entre ambos.

Lo cierto que es más allá de la apariencia, aunque los hijos formen parte del mismo hogar, las circunstancias familiares del momento en el que nacen son distintas. En Uno más en la Familia reflexionamos sobre los motivos por los que, más allá de las conexiones, las diferencias también pueden ser tan significativas.

1. Orden de nacimiento

Si percibimos la familia desde el punto de vista sistémico, existen diferentes factores que se producen en el marco del hogar. Y el orden de nacimiento, aunque no determine la existencia de un ser humano, sí crea una circunstancia concreta en la historia de su nacimiento.

2. Entorno social

La familia es una referencia para el ser humano, pero hay vida más allá del hogar. Y conforme el niño crece también se integra en otros espacios de pertenencia. Entornos que le influyen directamente en su evolución y desarrollo. Por ejemplo, aunque los valores que los hijos reciben en casa son tan importantes, el marco educativo y social también inspira con otros principios que pueden alinearse con la ética familiar o, por el contrario, complementarla.

3. Una educación similar, pero no idéntica

Es muy probable que dos hijos reciban una educación similar, pero en ningún caso es idéntica. Los padres no se encuentran en la misma situación cuando nace cada hijo. Además, el tiempo existente entre ambos momentos también propicia una evolución, un aprendizaje y un cambio de expectativas. Aquello que en un momento podía analizarse desde una perspectiva se contempla desde otro ángulo en un nuevo contexto vital.

4. Cada ser humano es único en sí mismo

El modo de ser único e irrepetible de cada hijo está en conexión con su propia naturaleza. Es alguien con características, rasgos y fortalezas totalmente personales. Y algunas de esas propiedades potencian la diferenciación respecto a los demás porque conectan de forma directa con su identidad.

5. Porque su esencia es individual

La familia conecta con el sentido de pertenencia, la conexión con el grupo, los valores aprendidos en el hogar, el amor hacia las figuras de referencia, la protección, el apoyo, la resiliencia… En definitiva, la familia pone de manifiesto la vinculación que existe entre el ser humano y su entorno próximo desde el punto de vista social. Pero cada hijo, al igual que cada padre, abuelo o tío, es un ser único e individual. Y su identidad no está determinada por el entorno, sino que existen factores que son específicos del sujeto.

6. Acontecimientos específicos de su historia personal

Cada hijo protagoniza experiencias y acontecimientos únicos. Pero su perspectiva individual también se percibe en el modo en el que vive y afronta aquellas situaciones que afectan de algún modo a todos los miembros del hogar. A pesar de estar atravesando un proceso aparentemente similar, cada uno lo interpreta desde su realidad.

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