Poner sal a la comida del bebé es un error
En los foros de mamás es habitual encontrar participantes que preguntan acerca de la sal en la comida del bebé. Se cuestionan cuando puede introducirse o porque no deben tomarla. Aunque es un tema del que ya hemos hablado, viendo algunas respuestas no está de más insistir un poco. Los bebés no deben tomar sal, no la necesitan y puede hacerles daño.
Las respuestas a las que me refiero son de mamás que dicen que los purés sin sal son incomibles y que es normal que el niño los rechace. El gusto de la madre está condicionado por años comiendo alimentos sazonados, su bebé no puede echar de menos lo que no ha probado nunca. Por tanto, que a nosotros no nos guste una papilla sin sal no es motivo para que no le guste al niño. Tampoco ponemos picante mexicano, especias africanas o curry indú y hay padres que no podrían comer sin ellos.
El sodio que necesita el niño, y nosotros, se obtiene de una dieta variada y equilibrada. Si añadimos sal a la papilla, estamos, seguramente, excediendo la cantidad diaria recomendada y con ello perjudicando a sus riñones que aún no están listos para procesar ni el sodio ni el cloro que contiene la sal. Además estaremos creando un hábito en el niño que podría predisponerle a sufrir hipertensión en el futuro.
Algunas papillas comerciales incluyen sal, aunque en cantidades que se adaptan a las recomendaciones de la OMS. El motivo principal es que las madres prueban esas papillas y si no les gustan no las compran para el bebé. La sal sería exclusivamente para agradar a las mamás. Lo mejor es comprobar que lo que compras no tiene sal, aunque a tí no te guste.
En verano es especialmente importante no agregar sal, ya que ayuda a la deshidratación y en un bebé es mucho más rápida que en un adulto.
Ante la duda y como siempre recomendamos, pregunta a tu pediatra. Si tu bebé no quiere comer intenta otros trucos, pero no añadas sal a su comida.
Foto | Flickr-Daniel Y.Go
un comentario
Y en exceso en los adultos también, pero la de bebés sí que es muy malo.