Poesía infantil: La gallina de los huevos de oro

Poesía infantil: La gallina de los huevos de oro

Escrito por: Sacra    2 abril 2010    2 minutos

Dentro del mundo en el que vivimos, es necesario educar a nuestros hijos en valores y enseñarles la importancia de seguir ciertas normas, sobre todo morales, que los van a hacer crecer y desarrollarse como verdaderos seres humanos solidarios, pacientes y tolerantes consigo mismo y con el resto de la humanidad. Ayudarles a conocer y respetar su entorno para que lleguen a hacer uso de su libertad y su uso sabiendo que la Tierra es un bien preciado del que disfrutamos sólo durante un tiempo y que debemos seguir cuidando para futuras generaciones.

Pero todas estas preocupaciones morales no son nuevas. Desde el principio de los tiempos el ser humano siempre se ha visto en la obligación de educar en valores morales, todos estamos de acuerdo que la mejor lección para un niño es el ejemplo del adulto. Pero no siendo suficiente, los escritores, los poetas y los grandes literatos crearon un género específico para ayudar en esta tarea. Se trata de las Fábulas y Moralejas.

Un experto en esta materia es el vasco Félix María de Samaniego que creó una serie de poemas que, bajo el título de «Fábulas morales», contenían siempre una enseñanza ética sobre el comportamiento humano. Utilizando a los animales como ejemplo y con un aire infantil y divertido, Samaniego logra recalcar distintas virtudes o defectos humanos con los que hacer pensar, a la par que sonreir, a todo aquel que se acerca a sus escritos.

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO
Érase ua gallina que ponía
un huevo de oro al dueño cada día.
Aun con tanta mala ganancia contento,
quiso el rico avariento
descubrir de una vez la mina de oro,
y hallar en menos tiempo más tesoro.
Mató, abrió el vientre de contado;
pero, después de haberla registrado,
¿qué sucedió? Que muerta la gallina
perdió su huevo de oro y no halló mina.
¡Cuántos hay que teniendo lo bastante
enriquecerse quieren al instante,
abrazando proyectos
a veces tan rápidos efectos
que sólo en pocos meses,
cuando se contemplan ya marqueses,
contando sus millones,
se vieron en la calle sin calzones!

Poema | Félix María de Samaniego
Dibujo | Cuentos Infantiles

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