Poesía infantil: El agua que está en la alberca
Dentro de todas las opciones de ocio que podemos ofrecer a nuestros niños está, también, el mundo de la poesía. A veces nos olvidamos de ciertos géneros literarios que consideramos demasiado alejados o ajenos a los gustos de los más pequeños, y nada más lejos de la realidad, ya que a través de su sonoridad, de la sencillez de sus composiciones y de la profundidad de sentimiento, los niños son unos receptores estupendos para este tipo de literatura.
Son muchos los poetas que se han dedicado a escribir, casi exclusivamente, para los niños. Ahí está el caso de Gloria Fuertes o María Elena Walsh, pero todo poeta lleva un niño dentro, y es por eso que en muchos de sus poemas salga a relucir para reivindicar su lugar. Este es el caso de Pedro Salinas, uno de los poemas más importantes del siglo XX, que formó parte de la Generación del 27, y que nos dejó una hermosa poesía llena de paisajes inolvidables.
EL AGUA QUE ESTÁ EN LA ALBERCA
El agua que está en la alberca
y el verde chopo son novios
y se miran todo el día
el uno al otro.
En las tardes otoñales,
cuando hace viento, se enfadan:
el agua mueve sus ondas,
el chopo sus ramas;
las inquietudes del árbol
en la alberca se confunden,
con inquietudes de agua.
Ahora que es la primavera,
vuelve el cariño; se pasan
toda la tarde besándose
silenciosamente. Pero
un pajarillo que baja
desde el chopo a beber agua,
turba la serenidad
del beso con temblor vago.
Y el alma del chopo tiembla
dentro del alma del agua.
Poema | Pedro Salinas
Foto | Memoria y fotos