La playa, la arena y los peques

Ahora que se acercan las vacaciones lo más probable es que elijas ir a la playa a disfrutar unos días en familia y del sol. Y como es obvio, la playa es el lugar en el mundo donde más arena encontraremos.

Para nuestros hijos la arena de la playa es un juguete que tendrá al alcance de la mano y el más barato que podrá encontrar. Con ella se podrán crear miles de formas y elementos. Para llevarlos a cabo solo se necesitan de un par de manos inquietas y una mente creativa, además de la ayuda de mamá o papá.

La arena es suave, caliente y blandita, pero debes tener presente que el primer encuentro que nuestros hijos tengan con ella no suele ser fácil. Algunos pequeños se sorprenden tanto al pisarla que lloran o se asustan, pero si los ayudamos a perderle el miedo encontraran en ella una gran fuente de distracción.

Descubrirán que cuando esta seca se desliza y se vuelve difícil de atrapar. Pero cuando esta mojada se convierte en una pasta fácil de amasar con la que podemos hacer cualquier figura. Y si está bien lisa es buena para hacer figuras y dibujos simplemente ayudándonos de nuestros dedos.

Si te entusiasma la idea debes tener presente que necesitaras una serie de ‘ayudantes’. Los típicos cubos y moldecitos nos serán de gran ayuda. También te será útil cualquier envase plástico, caracoles, palitos y todo lo que te permita darle forma a la arena o alguna manualidad para jugar en ella.

Y los más divertido de todo es que después de crearla, disfrutarla por un buen rato, la obra puede ser destruida sin generar ningún remordimiento ni angustia para crear una aun mejor.

Siempre que juegues en la arena con tus hijos no debes dejarlos solos ya que, si bien es muy divertido, puede ser dañina si entra en sus ojos o si intentan comerla. Que la diversión no se estropee por estar distraídos.

Vía | Ser Padres Hoy
Foto | Flickr

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