El placer por la comida, herencia de la madre
Se acaba de realizar un estudio en Australia en el que se ha comprobado que aquello que come la madre durante el embarazo es una herencia directa que recibe el bebé para basar su alimentación el resto de su vida. Quizás por eso ahora podamos entender lo importante que resulta una buena alimentación durante esos nueve meses.
Y es que además de ayudar a un perfecto desarrollo, tanto físico como psíquico, de nuestro bebé, también le estamos inculcando una educación nutritiva. Al parecer los bebés reconocen los sabores en el útero, asociándolos con la «seguridad materna», es por ello que se convierten en «adictos» a determinados productos. En el caso de la comida basura, especialmente, ya que contiene sustancias que producen una especial adicción en los pequeños.
Este estudio australiano ha venido a demostrar que aquellas madres que consumen comida basura durante el embarazo, además de poner en riesgo la salud de su hijo, creándole alteraciones metabólicas de importante gravedad, crean una necesidad exagerada de consumo de este tipo de alimentos por parte de los niños. Al parecer se vuelven menos sensibles a los opioides, una sustancia que contienen este tipo de alimentos, y por lo tanto necesitan comer en mayores cantidades para sentirse satisfechos, especialmente azúcares y grasas.
El estudio se realizó con ratas que se dividieron en dos grupos durante la gestación: unas fueron alimentadas de forma sana y las otras con comida basura, rica en azúcares y grasas. En este último caso, las crías presentaban una adicción, a estas sustancias, muy parecida a la que provocan las drogas comunes como heroína, opio o morfina. Es por ello que los expertos nos ponen sobre aviso de la necesidad de llevar una dieta sana durante la gestación, ya que resulta mucho más importante de lo que a simple vista pudiera parecer.
Vía | Vida y familia
Foto | Productos ecológicos