Pizarra mágica para niños: beneficios de este regalo

Escrito por: Maite Nicuesa    16 abril 2020    3 minutos

Una pizarra mágica tiene un formato que permite crear y borrar de forma automática pasando la barra correspondiente tantas veces como el niño desee hacerlo

Pintar y crear son dos formas de descubrimiento a través de las que el bebé adopta un rol proactivo. La pizarra es uno de los artículos que el alumno pronto descubre cuando se incorpora al entorno académico. Pero este producto también se adapta a las necesidades de los bebés en el hogar a través de un formato específico: una pizarra mágica. Aquella que por su propio formato permite crear un dibujo y borrarlo poco después de forma sencilla, repitiendo este gesto tantas veces como se desee, produciendo un efecto sorpresa que está muy vinculado a la magia que describe este entretenimiento.

Un juguete creativo para sorprender al niño

Al elegir un juguete para el bebé conviene analizar no solo las características del producto en sí mismo, sino también los beneficios que este entretenimiento aportará al niño. Una de las fortalezas de este aprendizaje es que refuerza la creatividad del bebé. Una pizarra mágica también te ofrece una idea de posible propuesta de ocio que no solo entretiene al niño en la rutina habitual del hogar, sino que también puede desplazarse cómodamente a un destino de vacaciones, por ejemplo.


Algunas de estas pizarras tienen un formato cómodo para poder desplazarse al contar con un asa. Encontrarás distintos modelos en tiendas de juguetes. ¿Por qué una pizarra de estas características tiene un componente mágico para el bebé? Porque puede utilizarse para crear distintas creaciones y borrar cada una de ellas de forma inmediata con solo pasar la correspondiente barra espaciadora habilitada para este fin.

Pizarra Magica Para Ninos

La importancia del juego simbólico

El uso de una pizarra de estas características también potencia el juego simbólico en el bebé. Este tipo de entretenimiento encuentra su punto de inspiración en la observación del entorno al poner el acento en situaciones cotidianas que resultan familiares para el niño. Y, tomando como base este planteamiento pedagógico, el juego convierte en protagonista una de esas situaciones en la que el niño participa de manera directa desde la recreación.

Tal vez cuando el niño sea más mayor tenga una pizarra en su zona de estudio, pero este diseño mágico ocupa un lugar especialmente destacado en esta primera experiencia de empezar a crear, incluso, los primeros trazos. Esta semana hemos celebrado el Día Mundial del Arte. Una temática de la que los niños también son muy protagonistas al alimentar su capacidad creativa desde la naturalidad y la espontaneidad del tiempo libre. Una pizarra mágica ofrece una oportunidad para compartir tiempo con el niño a partir de una experiencia que empieza a disfrutar en torno a los 3 años.

Existen distintas actividades artísticas porque el arte tiene diferentes formas de manifestarse. Además de pintar o dibujar utilizando el soporte del papel y los materiales elegidos para desarrollar una actividad, una pizarra mágica es un ejemplo de juego atemporal con el que muchos niños han crecido sumando nuevos aprendizajes y emociones.

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