Pistas para elegir el nombre de nuestro bebé
Encontrar el nombre adecuado para nuestro hijo suele ser una de las primeras discusiones que se generan en torno a la figura del bebé. Por eso, aunque pueda parecer un tema banal y sin mayor importancia, debemos tratarlo con la seriedad y el respeto que se merece.
En ocasiones anteriores ya os hemos dado una serie de consejos a fin de que esa elección se haga con libertad pero, al mismo tiempo, con grandes dosis de sentido común. Que encaje bien con los apellidos o que no coincida con algún antepasado, más que nada por los problemas administrativos que pueda causarle y, sobre todo, que no sea un lastre para tu hijo con el que se sienta humillado u ofendido por el resto de la sociedad.
Para completar esta información ahora os vamos a dar una serie de pistas a tener en cuenta a la hora de poner el nombre a vuestro hijo.
- Atentos con los nombres de moda. El tiempo pasa, los niños se hacen grandes y esas euforias momentáneas acaban olvidándose y sólo queda una idea obsoleta de aquello que fue y está olvidado. Durante el movimiento hippie fueron muchos los llamados como ‘aire de libertad’ o Stalin, Lenin, etcétera. No olvides que el nombre de tu hijo es para toda la vida.
- Cuidado con poner nombres de los familiares fallecidos. Según Jodorowsky, creador de la psicomagia: «en los nombres se desliza el deseo familiar de que los antepasados renazcan (…) Este nombre si viene cargado de historia, a veces secreta, se hace vehículo de sufrimientos o de conductas que poco a poco invaden la vida de quien lo ha recibido».
- Entérate de los nombres que están de moda ese año. Es muy habitual que cuando el pequeño empieza a ir al cole o la guardería, todos los de su edad se llamen igual que él.
- La sonoridad es muy importante. Si combinas un nombre acabado en vocal con un apellido que empiece también en vocal puede resultar poco armónico, por ejemplo: Sara Armas.
- Prueba a escribir sus iniciales y comprobar que no componen un conjunto extraño. Walter Cerezo, por ejemplo, nos darían un W.C. nada recomendable.
Vía | Crecer Feliz
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