Pintar al aire libre: una experiencia artística para los niños
La primavera amplía los límites del colegio y del propio hogar por medio de la conexión con la naturaleza. Los ventanales de las distintas estancias invitan a mirar hacia el exterior para redescubrir los paisajes en toda su extensión.
Pintar al aire libre es una propuesta artística y creativa que entretiene y divierte a los niños. Existen centros de formación que ofrecen actividades formativas para niños que se desarrollan al aire libre. ¿Qué beneficios ofrece el proceso creativo?
1. Interactuar con recursos naturales
El entorno inmediato ofrece un lienzo infinito con numerosas ideas de inspiración. Los estímulos del contexto natural alimentan la curiosidad, la observación y la creatividad. Los niños aprenden nuevos colores, texturas y sensaciones.
2. Experiencia multisensorial
La información visual está muy presente en el proceso creativo, pero no se reduce únicamente a los colores, formas y detalles observados. La actividad se enmarca en un escenario que está enriquecido con sensaciones táctiles, auditivas y olfativas. Componentes que enriquecen el ejercicio.
3. Bienestar personal
El espacio abierto destaca por su amplitud y su extensión. Ofrece la superficie necesaria para jugar, desarrollar el movimiento, explorar el entorno y soñar. Además, el contacto con la naturaleza alimenta la creatividad, ingrediente esencial en la realización de una pintura. Y, por otra parte, previene el estrés y aporta una sensación de tranquilidad.
4. Experiencia compartida
El niño interactúa con el entorno que le rodea. También se implica de forma proactiva en la realización del ejercicio que lleva a cabo. Y, finalmente, comparte un universo creativo en compañía de otros compañeros. De este modo, se crea un espacio dinámico de experimentación en el que cada uno aprende de los demás e inspira a los que le acompañan.
5. Una experiencia estacional
La pintura al aire libre se desarrolla en lugares cuidadosamente seleccionados y en jornadas que cuentan con las condiciones ideales para disfrutar del entorno. La primavera y el verano son dos estaciones que dan la bienvenida a numerosos planes en contacto con la naturaleza. El espacio de formación también puede trasladarse a lugares abiertos que se convierten en un aula improvisada en donde el docente imparte clases a los alumnos.
6. Práctica de la atención plena
El mindfulness y el arte son dos términos que están muy unidos en experiencias artísticas que transcurren en una localización natural. El espacio exterior favorece la conexión con el instante. Y, por otra parte, el proceso creativo invita a la observación, la espontaneidad, la libertad y la búsqueda del detalle.
Pintar y dibujar son dos actividades que pueden llevarse a cabo en el interior del hogar y, también, en un espacio natural. El contexto influye de forma directa en la experiencia holística que forma parte del proyecto creativo. Es una propuesta de ocio que se percibe desde un ángulo distinto en función del escenario en el que se enmarca. Primavera y verano se caracterizan por las largas jornadas de luz natural. Una luz que se convierte en el ingrediente ideal para pintar.
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