Las pilas de botón son muy peligrosas para los bebés

Todos los papás nos damos cuenta pronto de la cantidad de pilas que vamos a utilizar en los próximos años. Muchos de los juguetes de nuestros niños las llevan, desde el móvil para la cuna hasta los libros. A estas hay que añadir las de nuestros aparatos, empezando por el reloj de pulsera. El problema, además del dineral que gastaremos, es que las pilas deben estar guardadas en sitio seguro, no pueden estar al alcance de los niños.

De los 3.000 estadounidenses que cada año se tragan accidentalmente una pila de botón, dos tercios son menores de 5 años. Entre el año y los dos años es la época de más riesgo. Los niños no sólo se las tragan, también se las introducen por la nariz. Además del riesgo de atragantamiento, las pilas tienen el peligro de que son tóxicas.

Los médicos avisan que es importante que el pequeño reciba atención inmediata y a ser posible que se les informe del tipo de pila que han tragado. En los casos leves, una pila puede provocar al niño dolor abdominal, vómitos y dolor de pecho. En los graves, el bebé puede sufrir parálisis vocal y perforación de las vías nasales. Además puede ser necesario introducir tubos por su garganta hasta el estómago o los intestinos.

Los expertos reclaman más atención por parte de los padres y los cuidadores. Además solicitan mejores empaquetados y señales sobre las baterías de botón. Al menos en España los juguetes con pilas tienen el compartimento cerrado con tornillos para que el niño no pueda abrirlo. Solo nos tendremos que ocupar de donde las guardamos y donde dejamos las que son para reciclar.

Vía | Medline Plus

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