El peso durante el embarazo y los casos especiales

El peso durante el embarazo y los casos especiales

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    21 septiembre 2009    2 minutos

Ya te hemos hablado en otras ocasiones acerca de la importancia de controlar el peso en el embarazo sin caer en la necesidad de que se torne una obsesión. Pero hay una serie de casos de riesgo en donde hay que vigilar el peso de manera más estricta.

Obesidad
Las mujeres que parten de un sobrepeso importante pueden tener mayores dificultades en el momento del parto si aumentan demasiados kilos.

Diabetes
Otros de los factores a tener en cuenta son los niveles de glucosa. Las mujeres diabéticas tienen también mayores riesgos asociados al aumento de peso, por lo que deben ser más cuidadosas con su alimentación. Además de realizárseles más análisis durante el embarazo el ginecólogo llevará un control más estricto del peso.

Hipertensión
La preeclampsia (o aumento anormal de la presión arterial durante el embarazo) puede llegar a ser muy grave. La tensión arterial y el peso son dos valores estrechamente relacionados, por lo que las mujeres hipertensas deben estar mucho más pendientes de la balanza.

Antecedentes familiares
En caso de diabetes en familiares de primer grado o de antecedentes de hipertensión, la embarazada tienen más riesgo de desarrolla complicaciones, como diabetes o preeclampsia y es probable que el ginecólogo quiera vigilar más de cerca su aumento de peso.

Ahora que te hemos descripto los casos de riesgo con respecto al peso, te contaremos lo que se debe o no se debe hacer con respecto a tu alimentación.
Se debe:
Comer alimentos sanos siempre que se sienta hambre. Acudir a los controles que fija el médico. Hacer varias comidas livianas al día. Comer frutas y verduras frescas. Preocuparse por la salud y la del bebé. Intentar aumentar de peso moderadamente durante todo el embarazo.

No se debe:
Picotear snacks, gaseosas o galletitas. Pesarse en casa o en la farmacia con demasiada frecuencia. Saltearse comidas para compensar excesos. Pasar hambre. Preocuparse por mantener la línea. Intentar compensar: como este mes aumente dos kilos, el próximo no voy a engordar nada.

Fuente | Ser Padres Hoy

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