Los permisos de lactancia en España son discriminatorios según la Unión Europea
El Estatuto de los Trabajadores establece un permiso de lactancia para las madres trabajadoras por cuenta ajena, que les autoriza a ausentarse del trabajo durante una hora o a reducir su jornada laboral en media hora, durante los nueve meses posteriores al nacimiento. El permiso puede ser disfrutado por el padre o la madre, indistintamente, pero sólo si los dos son trabajadores por cuenta ajena. El hombre que trabaja no tiene la opción de acceder al permiso directamente.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia tramitó un recurso de apelación contra la normativa española, establecida en 1990, ya que tenía dudas sobre la vinculación entre el permiso y el hecho biológico de la lactancia. Consideran que aunque se creo el permiso para facilitar la lactancia materna, hoy día es una medida conciliadora de la vida familiar y laboral. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, le da la razón y considera la normativa española discriminatoria por sexo con el padre.
Según los jueces europeos, «Esta discriminación no puede justificarse por objetivos de protección de la mujer ni por la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres» y por tanto es contraria a la directiva europea que regula este tema. La explicación es que, si bien favorece a las trabajadoras por cuenta ajena que pueden conservar su puesto y cuidar de su hijo, puede perjudicar a la que trabaja por cuenta propia. Esta última no puede pedir la ayuda del padre y podría verse obligada a limitar su actividad profesional.
Por otro lado, que el padre sólo pueda acceder al permiso por renuncia de la madre, contribuye a perpetuar un reparto tradicional de funciones al mantener a los hombres en una posición subsidiaria respecto al ejercicio de su función parental.
Seguramente muchas se llevarán las manos a la cabeza porque hablamos de lactancia. Sin embargo la realidad es que este permiso se suele coger al final del día o al principio para cuidar al pequeño. No son muchas las que ajustan el tiempo para dar la toma a su bebé. Además puede juntarse y disfrutar de un periodo continuado en lugar de horas diarias. Probablemente es cierto que su primer objetivo no se cumple, y si es así, no vale el argumento de que los padres no pueden amamantar. Ellos también pueden cuidar de su hijo, dar un bibe de leche materna o de fórmula.
Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Christyscherrer
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