Peligros del aspirador nasal en bebés
Hasta hace solo unos días todavía disfrutábamos de unas buenas temperaturas en las que poder disfrutar del aire libre sin ningún tipo de peligros, pero de repente, han caído de forma tan drástica que no es extraño que los resfriados estén a la orden del día. Los bebés, al encontrarse su organismo en proceso de madurez, son los que más suelen padecer estos cambios, por lo que es frecuente que se acatarren con relativa facilidad y uno de los grandes problemas con los que nos encontramos es: los mocos.
Debido a que no tienen suficientes reflejos para toser con fuerza y expulsarlos, se les suelen acumular impidiendo la respiración y, al mismo tiempo, la lactancia. Un niño que no se alimenta bien es más difícil su recuperación, además de poder ir derivando en otros problemas más serios. Por eso es necesario ayudarles a expulsar toda esa mucosidad. Y una de las formas que solemos emplear con más asiduidad es el aspirador nasal, un aparato muy sencillo pero que ahora, desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid nos alertan de la peligrosidad de su uso.
Según la experta Beatriz Jiménez, el aspirador suele dar muchos problemas de otitis ya que al utilizarlo es muy fácil que el moco entre en la Trompa de Eustaquio, el canal que está entre el oído y la garganta, y se quede allí alojado, provocando infecciones más graves en el bebé.
Así que para evitar este problema son mucho mejor los lavados nasales con suero fisiológico una vez al día, si el bebé está sano; pero si ya ha acumulado mocos, podemos hacerlo hasta cinco veces. También hay un masaje que puede ayudarles a expulsar esos mocos acumulados en los pulmones y la garganta. Se trata de la Aceleración del Flujo Espiratorio y consiste en presionar de una forma suave el pecho y estómago del niño siguiendo el ritmo de su respiración, para de este modo ayudar a que el aire salga con más fuerza y arrastre la mucosidad.
Vía | ABC
Foto | Mundo bebés