Pasear con los niños en invierno

En cuanto empiezan a bajar las temperaturas los padres nos echamos a temblar, y no por el frío precisamente. Quedarnos en casa con los niños pequeños puede ser toda una tortura. Por eso intentamos buscarnos actividades y otros pasatiempos que podamos hacer en casa, a fin de aprovechar el calor del hogar: manualidades, cocinar o leerles un cuento, pueden ser algunas tareas que mantengan a los niños quietos durante un buen rato.

Pero los pequeños necesitan salir al aire libre, respirar el oxígeno de la naturaleza y practicar ejercicio. A no ser que llueva, haga excesivo viento o la nevada sea intransitable, podemos y debemos salir a pasear en invierno, solo hace falta tomar algunas precauciones.

No es cierto que las bajas temperaturas de la calle sean un peligro para los niños. El exceso de catarros está en el contraste que se produce en las temperaturas. En los espacios cerrados el termómetro se dispara, mientras que en la calle descienden considerablemente. El cuerpo no le da tiempo a aclimatarse y, por ello, se suceden las infecciones respiratorias.

Pero si les abrigamos bien para salir al parque o al campo, no tienen porqué perderse un buen día al aire libre. Piensa que los niños no entienden de frío ni calor, sólo de diversión durante todo el año.

El paseo le vendrá estupendo siempre que lo lleves bien abrigado aunque sin demasiados excesos, es importante permitirle la movilidad. También es importante que le apliques alguna crema que le proteja del frío para que no se le reseque la piel. Aprovecha las primeras horas de la tarde cuando el sol todavía se hace sentir y, por supuesto, si tiene síntomas de resfriado, moquea o tose, lo mejor es esperar unos días en casa hasta que se le pase.

Foto | Cosas de belleza

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