Parches de nicotina y embarazo
En un mundo ideal nadie fumaría y mucho menos los grupos con mayor riesgo, como las embarazadas. Pero ni este mundo es perfecto ni dejar de fumar es sólo cuestión de voluntad. Hay mujeres que lo consiguen en cuanto saben que están en estado, pero otras se pasan todo el embarazo luchando contra este vicio y sintiéndose culpables. Lo mejor es pedir ayuda al médico de cabecera y seguir intentándolo los nueve meses.
Los sustitutos del cigarrillo, como los parches de nicotina, no están recomendados en el embarazo, como tampoco lo está el propio tabaco. Pero al menos solo contienen nicotina. Los expertos coinciden en que son menos peligrosos que el tabaco, pero no hay suficientes evidencias científicas para aconsejarlos durante la gestación.
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine con 1050 mujeres embarazadas de entre 12 y 24 semanas, no ha podido constatar que los sustitutos ayuden a dejar de fumar. La mitad de las participantes recibió la terapia con nicotina y el resto, un placebo. En el primer grupo dejó de fumar antes del parto el 9.4 por ciento y en el segundo el 7.6. En ninguno de los dos se hizo correctamente el ensayo. Sólo un 7,2 por ciento y un 2,8 por ciento de las mujeres de cada grupo respectivamente utilizó los parches durante más de un mes. Por tanto los resultados no son significativos.
Otra investigación, en este caso publicada en Pediatrics analizó los datos de 63.000 mujeres que habían sido madres entre 1996 y 2002. Unas 15.000 habían fumado durante el embarazo, alrededor de 1.200 habían empleado chicles o parches con nicotina y también habían fumado en algún momento de la gestación y 207 mujeres había utilizado alguna de estas terapias con nicotina pero no había fumado. Los autores comprobaron que la incidencia de cólicos del lactante era la misma en el grupo de fumadoras y el de las madres que usaron sustitutos del tabaco. Y en ambos casos fue mayor que en el grupo de las no fumadoras. Por tanto relaciona la nicotina con los cólicos.
Los expertos piden más pruebas con sustitutos del tabaco y recomiendan, «medidas no medicamentosas, como beber más líquidos o hacer más ejercicio y terapia conductual, que la aplican los psicólogos. Esta terapia consiste en modificar la conducta a través de refuerzos positivos y cambios de conducta».
Vía | El Mundo