Papillas caseras para el bebé: ¿frigorífico o congelador?
En cuanto nos lo indique nuestro pediatra, será el momento de ir introduciendo nuevos alimentos en la dieta del bebé. Es así como a la leche materna o de fórmula, le iremos añadiendo unos cereales, seguiremos con las frutas, las verduras, las carnes, el pescado… hasta completar todo el elenco de sabores y nutrientes con los que nuestro peque va a ir, no sólo creciendo, sino también enseñando a su paladar en la variedad de la alimentación.
Durante este periodo, y puesto que nuestro bebé todavía no tiene dientes, las papillas serán las reinas de su dieta. Alimentos bien triturados, llenos de vitaminas, que irán aumentando la variedad de su dieta y le llenarán de esa energía tan necesaria para su crecimiento. Sin duda, las mejores papillas son las que les hacemos en casa, con productos naturales y frescos, podemos aprovechar para hacer un cantidad mayor y conservarla para otras tomas. Pero ¿sabes cómo hacerlo?
Las papillas caseras son las mejores
Aunque en los últimos tiempos la alimentación infantil envasada ha avanzado en calidad y naturalidad, no vamos a negar que la que se hace en casa, en los propios pucheros y cocinada con todo mimo, es mucho mejor que aquella que compramos en los supermercados.
Afortunadamente los mercados de nuestro país nos ofrecen productos frescos en gran variedad, con ricos nutrientes y para todos los gustos. El inconveniente es el tiempo. No es lo mismo destapar un tarrito de comida envasada que dedicar un par de horas en la cocina para cocer un guiso. Pero hemos de entender que el resultado tampoco es el mismo, ni para el paladar ni para la salud del niño.
Por eso podemos aprovechar el tiempo y hacer comida para varias veces. La que vayamos a utilizar más pronto la guardamos en el frigorífico, mientras que la que queramos conservar más tiempo podemos utilizar el congelador. Pero ¿sabes cómo hacerlo para que no pierda ninguna de sus propiedades?
¿Frigorífico o congelador?
Las papillas de cereales, que se hacen con leche, o las de frutas es mejor cocinarlas en el momento en el que se las va a tomar el bebé. Como mucho, las de fruta, tomarlas durante el día y si lleva alguna fruta que se oxida, como la manzana, ponerle unas gotitas de limón.
En cambio las papillas de carne, pescado o verdura podemos conservarlas perfectamente tanto en el frigorífico como en el congelador. Si su consumo va a ser entre las 48 horas siguientes, podemos hacerlo en el frigo, pero si hacemos para más tiempo, mejor utilizar el congelador. Los purés de pescado y carne duran hasta 3 meses congelados; mientras que los de verdura hasta 6 meses.
Para congelar debes utilizar recipientes adecuados para ello y que estén bien limpios y desinfectados. Mucho mejor si pones una etiqueta con el contenido del recipiente y la fecha de congelación, así tendrás en todo momento un control exacto del menú que le ofreces a tu bebé.
Fotos | Una mamá novata y Mami Recetas
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