Papás de la Generación X: Superpapás
Ayer en Madrid la empresa de servicios integrados de marketing CP Proximity presentó un estudio mundial sobre la Generación X, los que nacimos entre 1967 y 1977. Ni más ni menos que 8,5 millones de españoles. Es la generación siguiente a los Baby Boomers (1946-1966) y anterior a la Generación Y(1978-1994). Al parecer crecer viendo Vicky el Vikingo y Bola de Dragón, habernos desarrollado a la vez que la tecnología y la informática, nos ha conferido unos rasgos significativos. El estudio divide a esta Generación en «vividores», «hedonistas» y «superpapás».
El estudio ha revisado las respuestas de más de 5.000 personas, licenciados universitarios, que contestaron una encuesta en 17 países. Los datos apuntan a que la Generación X forma un grupo que vive estresado, con optimismo, que ve lo bueno de la vida, y aunque con falta tiempo, le gusta estar ocupado. Son personas muy informadas para poder opinar, que valoran positivamente a Greenpeace y la BBC, pero más irónicos que comprometidos. La mayoría cree que la tecnología y la ciencia pueden resolver muchos de los problemas del mundo, que internet ha cambiado el mundo a mejor pero que no pasan tanto tiempo como la siguiente generación en la red. Saben diferenciar el mundo real y el virtual. El último rasgo generalizado es que les gusta la vida tranquila en casa.
De los tres grupos que nombrabamos al principio, nos interesan los padres. Los superpapás como los define el estudio darían la vida por sus hijos, son muy protectores con ellos y les mantienen en una burbuja para que no les afecte lo malo. Además se muestran competitivos con ellos. Son conservadores y conformistas, y se conectan más a internet que los otros dos grupos. Les importa mucho su imagen y son los más felices, con diferencia.
La última afirmación me ha hecho pensar, seguro que la felicidad tiene mucho que ver con los hijos y no me refiero sólo a ellos como personitas y todo lo que dan. Me refiero también a que en general, somos una generación que ha esperado a tener un puesto de trabajo decente, una vivienda digna y un nivel de vida estable antes de ser padres. Los niños han llegado para poner la guinda a la vida que luchamos por tener.
Vía | Swiss info
Foto | DSF