¿Papá o mamá?: Interesante elección (I)

¿Papá o mamá?: Interesante elección (I)

Escrito por: Jaime Gomez    5 mayo 2012    2 minutos

El reparto de tareas no debe ser un problema

«Mamá, cámbialo tú, que sabes que yo no sirvo para esas cosas», «Tú controlas más lo de la comida que yo», «Estoy cansado. Juega tú con él ahora». Seguro que a muchos les suenan estas frases que se han convertido en tópicas en las familias, pequeñas o grandes. Pero deberíamos tener en cuenta cierto detalles en los que el niño si que puede reparar.

No hay tareas determinadas para padre o madre. Cierto es que las mujeres muestran una mayor delicadeza en ciertos aspectos que los hombres no poseemos. Pero se puede aprender y, lo contrario, es no querer hacerlo.

Cambiar pañales, por ejemplo, no es una cuestión femenina. Debemos acostumbrar al niño a alternar estas acciones, ya que es bueno que vea actividad en ese sentido en ambos padres. No es correcto plantear el cambiar al niño, el asearlo o vestirlo con una labor expresamente de la mujer. Tenemos que aportar nuestro granito de arena en esas situaciones para que el bebé note que también su padre está ahí para limpiarlo. A nadie se la caen los anillos por hacerlo (lo sé por experiencia).

La hora de la comida es otra batalla. ¿Por qué pensar que el hombre no está capacitado para el biberón o para el potito de verdura? Tenemos que meternos cada vez más en la piel de la labor que la mujer ha llevado a cabo toda su vida. Ellas lo agradecerán. Y el bebé también, al saber que no tendrá que esperar sólo a la figura de su madre a la hora de la comida. Desde muy temprano hay que hacerlo. Puede que lleguemos tarde y él ya no nos quiera en ese papel.

Es complicado alternar las tareas del hogar con el trabajo. Lo sé. No tengo hijos y me cuesta, por lo que imagino que con niños, apaga y vámonos. Pero no podemos escondernos tras esa cortina para dar la espalda no sólo a lo que es nuestra responsabilidad, sino a lo que es bien para el niño. Él tiene que saber que siempre tendrá a uno o a otro para sus ratos de ocio, para su esparcimiento, para su aprendizaje con el juego. Tenemos que darle ese tiempo, por pequeño que este sea. Se lo debemos para su educación y su desarrollo futuro. Somos su referencia.

Tantas cosas hay que contar de esto que va a requerir más de una lectura, por lo que animo a que lean la segunda parte. Aunque parezcan tonterías, son más importantes de lo que creen. ¿Seguirán el próximo post? Interesante elección.

Foto | sxc-bjearwicke

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