Papá es un buen filón para que se descargue mamá
Cuando parece que por fin se ha cumplido el sueño y ya somos papás, los efectos secundarios, como en los medicamentos, salen a la luz. Si suelen ser, dentro de la depresión post parto, en forma de tristeza, también el sentimiento contrario es posible.
El que la mujer esté especialmente irritable, que salte a la primera, que le moleste cualquier tontería que su marido haga o diga, son síntomas claros de estado post parto que se puede producir en algunas mujeres.
Típicas y absurdas tonterías como algún dulce que quedaba en la nevera y él se la come sin decir nada. Lo que en otros momentos se quedaría en una mera anécdota, en esas circunstancias se convierte en un problema capital. Ese cambio de actitud se debe a situaciones durante y después del parto como falta de sueño y, sobre todo, la nueva situación a la que hay que adaptarse.
La madre no ve correcto descargarse con el recién nacido, por lo que necesita a un adulto para ello. Y quien mejor que su marido. Pero a la vez que se produce esta actitud desagradable con el marido, aparece un sentimiento en la madre de autocrítica, ya que necesita ciertos momentos de soledad sin su bebé y esto le hace sentirse mal.
Buenos momentos de sueño, beber agua frecuentemente y un pequeño descanso del bebé, en el que el padre se puede encargar, son necesarios y recomendables para estabilizar su actitud ante las situaciones de estrés e irritabilidad.
Hay que ser respetuoso con los sentimientos de la nueva mamá pero esta también tiene que hacer un pequeño esfuerzo por su parte para no crear un clima ligeramente crispado. Entre los dos, papá y mamá, pueden conseguir mejorar esas actitudes para poder disfrutar de su recién nacido sin ningún tipo de molestia.
Vía | 2.esmas.com