Países que controlan el nombre de los bebés (y II)
Si ya hemos visto como para Islandia y Alemania el nombre que se pone a los niños debe ser minuciosamente elegido, y siempre regulado por el gobierno, también hay otros países que prefieren intermediar en las decisiones de los padres a fin de evitar, según ellos, «males mayores» en la dignidad de estos bebés. Algunos casos son realmente curiosos.
En Nueva Zelanda la prohibición es que el nombre nunca tiene que empezar por un número, así prohibieron a un padre poner a su hija «4Real», pero también le dio permiso a una chica para cambiarse el nombre que eligieron sus padres para ella «Talula Does The Hula From Hawaii» (Talula baila hula-hula de Hawaii), y que confesó odiar (no nos extraña).
Japón y China también son países que intentan llevar un cuidado especial con los nombres con los que se inscriben a los niños. En Japón, por ejemplo, son los mismos empleados los que deciden si el nombre no es adecuado, hace unos años, rechazaron la inscripción de un menor cuando los padres quisieron llamarle Akuma, que significa «demonio».
Pero hay países que suelen ser totalmente permisivos con los nombres, este es el caso de Reino Unido y Estados Unidos, de hecho lo ven como una forma de que sus hijos destaquen, siendo únicos e irrepetibles. Especialmente en Estados Unidos es una manera de afianzar lo que promulga la Constitución con respecto a la libertad de expresión, así no es extraño encontrar nombres extraños, en los siglos XVIII y XIX, como Juicio del Rey, Caída Noble o Plaga de Cólera. Pero también se han encontrado personas que se llamaban «Nombre», «Punto», «Coma» e, incluso, «Punto y coma».
Vía | BBC Mundo
Foto | Crecer Feliz