Padres y madres faro: cómo iluminar el camino de cada hijo
Si los padres son una referencia continua para sus hijos, podría decirse que representan una luz en su camino. Sin embargo, esa luz no se desprende de forma automática por el hecho de ser padre o madre. Sino que la forma de afrontar la experiencia, incide directamente en la huella que el comportamiento, los valores y las decisiones producen en los hijos. Un padre faro es, como muestra la propia metáfora, una luz que se percibe en el horizonte incluso en la oscuridad. La mayoría de los padres iluminan el camino de sus hijos en momentos clave. Pues bien, el padre faro es aquel que tiene una sabiduría emocional que le ayuda a brillar con naturalidad de forma habitual. ¿Cómo ser un buen guía e iluminar el camino de cada uno de tus hijos?
1. Padres faro: sé un ancla firme más allá de tendencias e influencias externas
Ningún padre es ajeno al contexto y las circunstancias que vive directamente o que percibe en el entorno. Sin embargo, al igual que un faro, puedes convertirte en un ancla que permanece firme frente a tendencias pasajeras y otras cuestiones que dependen más del criterio externo. Por ejemplo, la razón por la que aplicas un criterio determinado no debería residir en lo que hace la mayoría de padres y madres que conoces en tu entorno.
2. No actúes como una isla: conecta con otros padres y madres faro
Tu luz como padre se expande todavía más a través del apoyo, la colaboración, el intercambio de información, la ayuda… Y es que, los desafíos que la paternidad presenta en el contexto actual son múltiples desde una perspectiva tecnológica, emocional, social o económica. Por ello, los espacios que facilitan el apoyo, la formación y el encuentro con otras familias son una referencia para padres y madres faro (o quienes desean llegar a serlo).
3. Sé coherente con las normas y límites que marcas a tus hijos
La reflexión en torno a una norma específica unifica diferentes perspectivas: el motivo del criterio adoptado, la finalidad, las circunstancias en las que conviene ser flexible con un límite específico, la ayuda que proporciona al niño…
4. Haz preguntas y asume que no tienes todas las respuestas
La luz no solo llega con el poder clarificador de una respuesta que proporciona una fuente de seguridad. La luz también está, como refleja la filosofía, en preguntas y reflexiones que mueven la razón y el corazón en la búsqueda de la verdad.
5. Abraza a tu hijo en su potencial, pero, especialmente, en su realidad actual
Si quieres transformarte en un padre faro o desarrollar habilidades para seguir iluminando el camino de tu hijo como una luz constante en el horizonte, practica la aceptación en relación con las capacidades, cualidades, esencia, posibilidades… Lejos de cualquier posible expectativa sobre desarrollo, crecimiento y evolución potencial, abraza a tu hijo en su realidad actual.
6. Otras personas también pueden ser un faro, pero tú eres fundamental para tu hijo
Hay otras personas que también pueden ser un faro en la vida de niños y adolescentes: abuelos, profesores, amigos, mentores… Sin embargo, tú eres fundamental en la vida de tu hijo. Por tanto, conecta con tu propia capacidad de liderazgo y autenticidad para ser un guía. Ojalá que tu hijo encuentre muchos apoyos y referentes a lo largo de su crecimiento, pero existe un orden de importancia. Recuerda que la educación, la raíz de la felicidad y el acompañamiento empiezan en el hogar.
¿Por qué puedes ser un faro y un ancla en la vida de tus hijos? Porque tu luz interior deja una huella que perdura, inspira y trasciende en el tiempo.
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