Padres primerizos después de los 40: consejos para la nueva etapa
La maternidad y la paternidad han evolucionado desde distintas perspectivas en la sociedad. Y la edad adquiere una relevancia especial por su vinculación con el tiempo. Actualmente, muchos padres y madres tienen a su primer hijo tras haber cumplido los 40 años. En Uno más en la Familia compartimos seis consejos para quienes afrontan esta experiencia.
1. Alimenta la fuerza de la ilusión
La edad puede evaluarse y sentirse desde diferentes ángulos. Y la fuerza de la ilusión que produce el contacto diario con el bebé rejuvenece a nivel interno. Cada persona puede hacer un balance con las ventajas e inconvenientes de formar una familia en esta etapa. Pues bien, la fuerza de la ilusión es uno de los rasgos que destaca de forma especial.
2. Evita las comparaciones sociales: tú eres un referente para tu hijo
Las comparaciones son constantes en el ámbito social. La edad no solo puede integrarse como un dato de la biografía, sino también como una referencia que crea diferentes comparaciones en torno a la maternidad o la paternidad tardía. Sin embargo, recuerda que tú eres un referente para tu hijo.
3. Disfruta de tu madurez
La edad también es un símbolo de madurez. Generalmente, una persona de 40 años ha logrado objetivos personales y profesionales significativos. Se encuentra en un capítulo que le permite disfrutar con una mayor tranquilidad de las responsabilidades que plantea la vida familiar.
4. Infórmate
En esta etapa de tu biografía, más allá de los conocimientos previos, es posible que tomes conciencia del desconocimiento que tienes en torno a cuestiones relacionadas con la educación, la crianza o el cuidado del bebé. Practica una paternidad consciente y responsable: consulta información de valor sobre aquellos temas que más te interesan. Las escuelas de padres y el criterio de expertos es clave para resolver dudas de forma personalizada.
5. Los estereotipos sociales no te encasillan ni te definen
Hay muchas opiniones diferentes en torno a la maternidad o la paternidad más allá de los 40 años.
Sin embargo, algunos estereotipos muestran una visión que no se ha actualizado al contexto social actual en el que destaca una notable esperanza de vida y diferentes modelos de familia. Tal vez en algún momento te sientas juzgado o incomprendido, incluso, por personas cercanas. Sin embargo, recuerda que su punto de vista no te define de manera absoluta.
6. Haz las paces con tu pasado (y con tus padres)
La edad puede ser un signo de madurez, pero también puede ocurrir que algunas heridas del pasado sigan abiertas. Tal vez habían pasado desapercibidas durante mucho tiempo, pero afloran en la nueva etapa. No te enredes con cuestiones que muestran algún tipo de rechazo a lo que fue. Haz las paces con tu pasado a través de la aceptación.
El reencuentro y la reconciliación entre el presente y el pasado también se concreta, en muchas ocasiones, en el vínculo con los padres. Así como tú tienes la firme de decisión de convertirte en el mejor referente para tu hijo, ellos también se encontraron en la misma posición en algún momento. Más allá de los errores, su huella es un motivo de gratitud.
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