Padres y madres comen mal y se cuidan poco
Con niños vas todo el día corriendo de un lado para otro o simplemente detrás de ellos. No paras desde las estresantes 7 de la mañana, hasta que caes rendido en el sofá o la cama a altas horas de la noche. Y sin embargo, los michelines, las estrías o la flacidez son compañeros habituales de padres y madres. Sí, tienes músculos muy desarrollados, como los biceps de levantarles para llevarles en brazos, pero otros parece que no los has usado nunca. No hace falta ser científico para ver esto, tan sólo hay que darse una vuelta por el parque, pero un equipo de la Universidad de Minnesota ha querido comprobar si es una apreciación o una realidad.
Los datos que han utilizado para la investigación son los de 838 mujeres y 682 hombres que participaban en el Proyecto EAT (Eating and Activity in Teens and Young Adults). Se tomaron en cuenta la dieta, las horas de ejercicio físico y el índice de masa corporal (IMC) tanto entre los padres como entre los que no lo son. Los autores comprobaron que, aunque no hay diferencias significativas entre la dieta entre los hombres que son padres y los que no, entre las madres y las mujeres que no lo son si los hay.
Las mamás tienden a consumir más bebidas azucaradas, productos que aportan energía, como los hidratos de carbono, y un mayor número de grasas saturadas que las mujeres sin hijos. Tanto los padres como las madres mostraron menos dedicación al ejercicio físico que sus pares sin niños. Respecto al IMC no hallaron diferencias en los grupos de hombres, pero las madres tenían un IMC significativamente más alto que el de las mujeres sin hijos. Los autores sugieren que médicos y pediatras charlen con los padres sobre su estilo de vida para mejorarlo y en consecuencia ser un mejor ejemplo de comportamiento en estas áreas ante sus hijos.
Curioso dato el que indica más diferencias en los grupos de mujeres que en los de hombres. Probablemente lo que dice es que todo sigue como siempre y mientras el padre se reserva un tiempo para sí mismo, a la madre le resulta practicamente imposible hacerlo. La teoría la conocemos, la aplicamos casi todos en nuestros hijos, ahora nos toca encontrar tiempo y fuerzas para comer saludablemente y poder hacer algo de ejercicio. Cuidarnos debería ser una parte más de cuidar de nuestros niños.
Vía | Pediatrics (en inglés)
Foto | Flickr-Tawel