Padres: 6 razones para hablar en positivo de los deberes

Existen diferentes perspectivas en torno a los deberes. Y es posible establecer un diálogo en torno a diferentes puntos de vista para abordar el tema desde un enfoque más holístico. Desde un enfoque constructivo, compartimos 6 razones para hablar en positivo de los deberes escolares en el ámbito familiar.
1. Fomentan la autonomía y el cumplimiento de una responsabilidad
Los deberes, más allá de la temática o el contenido, aportan lecciones esenciales. Por ejemplo, fomentan la autonomía y el cumplimiento de una responsabilidad. Más allá del apetecer, el ámbito del deber también forma parte de la rutina cotidiana. Y existen distintas responsabilidades con las que el ser humano se relaciona a lo largo de su vida. Los deberes proporcionan una ocupación adaptada a la etapa vital.
2. Rutina de estudio
Los deberes también pueden integrarse en una rutina de estudio que pone el foco en la perspectiva práctica y el repaso del día a día. Es decir, favorecen la constancia a lo largo del curso académico. Un enfoque que ayuda a prevenir un error frecuente entre los estudiantes: intensificar el esfuerzo durante los días previos a un examen.
3. Cuando el tiempo se gestiona de forma efectiva, hay espacio para otros planes
El tiempo de deberes podría ocupar un espacio valioso para otras actividades como, por ejemplo, jugar, visitar a los abuelos o compartir un plan interesante en familia. Sin embargo, los deberes no se convierten en un obstáculo para planificar otro tipo de objetivos.
4. Cuando la constancia da frutos
Las tareas y deberes escolares se alinean con el aprendizaje. Y el aprendizaje remite a un proceso en el que la constancia es clave. Con frecuencia, ese tiempo de deberes, estudio y repaso incide favorablemente en los resultados desde el punto de vista del conocimiento, la autonomía, la organización y la planificación.
5. Reforzar la autoridad de los profesores y el centro educativo
Hablar en positivo de los deberes escolares, al menos, delante del niño, es clave para reforzar la autoridad de los docentes y el centro educativo. La acción opuesta produce el efecto contrario. Y, sin duda, es recomendable adoptar una postura que promueve el diálogo y la confianza.
6. Hablar en positivo es un hábito constructivo
Las palabras, el tono empleado y el lenguaje utilizado influyen en la forma de abordar una tarea determinada. Hablar en positivo es un hábito que puede ejercitarse en diferentes ámbitos y estar en conexión con distintos temas. Como hemos mencionado, existen diferentes perspectivas, argumentos y puntos de vista en torno a los deberes. Pues bien, un lenguaje positivo ayuda incluso a minimizar el alcance de aquellos aspectos que son menos favorables en relación con los deberes.
Los deberes no solo pueden aportar un aprendizaje esencial a los alumnos, sino también a las familias. Con frecuencia, los padres necesitan asumir sus propios límites para no sobreproteger a sus hijos ante el error.
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