Ozonoterapia, una buena ayuda para la pediatría

Seguro que habrás oído hablar en alguna ocasión de los beneficios del ozono y de sus múltiples aplicaciones para algunas patologías. En realidad, aunque para el gran público pueda resultar una terapia novedosa, lo cierto es que hace ya muchos años que se está aplicando para prevenir y aliviar algunas enfermedades.

La Ozonoterapia es un método que consiste en mezclar, equilibradamente, átomos de oxígeno y ozono para conseguir un efecto de reducción y control de algunas enfermedades. Al tratarse de una terapia natural, es totalmente compatible con otros tratamientos médicos aunque, según para que casos, no es nada aconsejable. En este último grupo están las mujeres embarazadas, ya que el ozono puede elevar la presión arterial en algunas personas.

En los niños se suele utilizar la ozonoterapia como método preventivo ya que estimula el sistema inmunitario, provocando la producción de anticuerpos que, a su vez, destruyen a los virus, las bacterias y demás ‘invasores nocivos’ que acuden a su organismo.

En la actualidad la ozonoterapia en pediatría se está utilizando, especialmente, para niños que sufren asma, bronquitis o alergias de todo tipo. Pero también se han dado casos de mejorías notables en niños con miopía, deficiencia auditiva o, incluso, ha mejorado la calidad de vida de pequeños con Síndrome de Down.

Si eres de los que tiene un bebé en casa con una enfermedad crónica, deberías preguntarle a tu pediatra si hay alguna forma de poder ayudar a tu pequeño con esta terapia de la que, día a día, se van descubriendo nuevos beneficios.

Vía | Bibes y Potitos

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