Olvidar a un bebé en el coche: error con graves consecuencias
Olvidar a un bebé en el coche durante el verano es un error humano que está condicionado por el riesgo de sus graves consecuencias. Especialmente, cuando el bebé permanece durante horas en el interior de un medio de transporte que alcanza elevadas temperaturas. Una situación que puede derivar en un fatal desenlace a partir de una acción que no tuvo la intención consciente de causar ese daño. Por ello, el impacto de la tragedia es notable para el bebé, la familia y la sociedad en su conjunto.
Olvidar a un bebé en el coche es un error que puede percibirse como poco probable cuando el suceso se analiza de forma externa. Sin embargo, es un suceso que puede pasarle a cualquier persona. Quizá puedas recordar algún instante de tu vida, en cualquier ámbito determinado, en el que pudo ocurrir un hecho grave (y afortunadamente todo quedó en un susto). Algunas de esas situaciones se relacionan con despistes, imprudencias y errores humanos.
Olvidar a un bebé en el coche no siempre es sinónimo de un comportamiento negligente
Pues bien, olvidar a un bebé en el coche es una situación que puede mostrar la suma de varios factores que han derivado en una circunstancia que, en algunos casos, tiene graves consecuencias. Por ejemplo, quizá se produjo una modificación en la rutina frecuente. Tal vez la atención de la persona está desbordada por una preocupación intensa. A lo mejor el modo de actuar refleja una secuencia realizada de forma automática. Olvidar a un bebé en el coche es un error humano que también puede verse potenciado por el estrés o la ansiedad.
Afortunadamente, no es un suceso habitual. Sin embargo, el impacto de aquellos casos que trascienden en los medios de comunicación, invita a la reflexión personal en torno a cómo prevenir o evitar que pueda volver a repetirse una tragedia similar.
Consejos para no olvidar a un bebé en el coche
Actualmente, existen diferentes herramientas y dispositivos que se presentan como un medio de ayuda para no olvidar al bebé en el coche. Algunos padres y madres aplican el siguiente hábito para minimizar el riesgo: colocan sus pertenencias personales en el asiento trasero. Es decir, dejan el bolso o el abrigo en esta zona.
Si se produce un cambio de rutina en la agenda, conviene poner una atención especial en la planificación del desplazamiento. Por ejemplo, solicita la colaboración de otras personas cercanas para evitar cualquier despiste. Puedes pedirle a un ser querido que te envíe algún recuerdo a través del móvil.
Si el niño acude a la escuela infantil, también puedes concretar un protocolo en colaboración con el centro para minimizar el riesgo. Por ejemplo, solicita que un profesional siempre se ponga en contacto contigo si tu hijo no acude al aula (y no has avisado previamente sobre el motivo de su ausencia).
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