Ofrecerles el arco iris para que coman sano
Ya conocemos de las dificultades que, a menudo, debemos pasar con nuestros niños para que coman sus raciones de frutas y verduras. Nos inventamos mil trucos o recetas mágicas que esconden zanahorias camufladas. Lo cierto es que nuestros pequeños, del mismo modo que los adultos, utilizan la vista para comer igual que lo hacen con el paladar.
Según la Asociación «5 al día», no sólo se debe comer 5 piezas de frutas y verduras frescas al día, si no que debemos alternarlas para beneficiarnos de todas las propiedades y nutrientes que contienen. Por eso, una forma divertida de ofrecérsela a nuestros niños es aprovechar los colores para crearles un arco iris en su plato. Se divierten y se alimentan al mismo tiempo.
- VERDE: brécol, kiwi, judías verdes o ajetes. Este color nos ayuda a suavizar un plato muy condimentado, además contiene luteína que es buena para la vista, potasio, vitaminas C y K y ácido fólico.
- BLANCO: coliflor, calabacín, melón, patata o cebolla. Son ideales para acompañar como guarnición, contienen mucho potasio y mantienen la tensión bien equilibrada.
- AMARILLO: limón, pomelo, plátano o piña. Estos alimentos dan fuerza, alegría, inspiran positivismo y dan un toque exótico a los platos. Son ricos en vitamina C, potasio, ácido fólico y betacaroteno.
- NARANJA: melocotón, zanahoria, calabaza, naranjas o mandarinas. Son alimentos que alegran, acaparan la atención y dan energía, por eso son estupendos para alegrar platos que resultan demasiado sobrios. Su valor energético y nutricional es igual a los amarillos.
- ROJO Y ROSA: sandía, granada, tomate, pimiento o fresas. Son alimentos que contribuyen a fortalecer el corazón y a potenciar la memoria. Los alimentos que contienen estos colores son abundantes en licopeno y vitaminas. Además la sandía, por ejemplo, es estupenda para la digestión tras una comida demasiado copiosa.
Vía | Crecer Feliz
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