La obesidad infantil podría ser herencia de los padres
Uno de los problemas sanitarios más graves que se presenta en la población infantil de los países desarrollados, es el de la obesidad. Los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y la falta de información a los padres, con el fin de saber educar a sus hijos, y a sí mismos, en un equilibrio entre ejercicio y alimentación, pueden ser las causas más sobresalientes de este increíble incremento. Pero, quizás, también venga heredado de los padres.
Según un estudio realizado en Reino Unido, aquellos padres que tienen un índice de masa corporal elevado, tienen un 40 por ciento más de posibilidades de tener un hijo con sobrepeso, porcentaje que aumentaría debido a los malos hábitos que practica la familia.
La obesidad infantil alrededor del mundo
Se trata de un estudio realizado en la Universidad de Sussex, Reino Unido, en el que se han tomado los datos médicos, y valorado los hábitos de vida de 100 mil niños de distintos países: México, España, Estados Unidos, Indonesia, China y Reino Unido.
Peter Dolton ha sido el doctor que ha llevado a cabo esta investigación, comprobando que la obesidad infantil no está ligada a ningún tipo de grupo social en concreto, ni se diferencia en cuanto a cultura o nivel económico. Se trata de un problema grave que aparece en cualquier escala social.
A través de este estudio, a nivel internacional, se comprobó que uno de los países con mayor número de niños obesos es Estados Unidos, mientras que esta cifra descendía considerablemente, en China e Indonesia.
Además de la genética también intervienen los malos hábitos familiares
Después de comprobar los datos que se recibieron de todos los niños y sus familias, los expertos afirmaron que existía un patrón genético que llevaba a tener más posibilidades en aquellos padres que presentaban un índice de masa corporal elevado. De hecho, el riesgo de tener un niño obeso era de el 40 por ciento, llegando al 60 por ciento debido a los hábitos que rodeaban el desarrollo del bebé.
En este caso, no sólo la transmisión genética influye en el peso del bebé, también el ambiente en el que se va a desarrollar el pequeño tiene gran parte de culpa. Si los padres son obesos, posiblemente será debido a malos hábitos alimenticios o falta de ejercicio, algo que transmitirán a sus pequeños.
Sin embargo no se trata de un problema irreversible, incluso tratándose de algo genético, siempre podemos retomar el «buen camino» llevando una dieta equilibrada y haciendo algo de ejercicio.
Vía | Ahora noticias
Fotos | Bellezas latinas y Vitónica
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