Número de actividades extraescolares: cómo lograr el equilibrio
La elección de actividades extraescolares implica no solo seleccionar las temáticas que más se ajustan a los gustos e intereses del niño, sino también dar con un número que no interfiera negativamente en la agenda infantil. ¿Cómo lograr el equilibrio durante el curso escolar por medio de un número de actividades extraescolares que potencia el aprendizaje y el bienestar?
1. Tiempo en familia: las extraescolares no deben ocupar todo el tiempo libre
Existen necesidades familiares que conviene cuidar y atender no solo durante el fin de semana. Para facilitar la comunicación, la cercanía y el encuentro entre padres e hijos, es importante que los horarios de los distintos miembros de la familia sean compatibles en momentos concretos. Por ello, para lograr el equilibrio en el número de extraescolares, hay que poner atención en otras necesidades que van más allá de la formación o el aprendizaje.
2. Número adecuado de actividades extraescolares para niños: adaptar las decisiones a la situación particular
No hay una receta que indique de manera universal qué conviene hacer a principio de curso en todos los casos respecto a la elección de actividades extraescolares. Y es que, hay que tener en cuenta la propia evolución académica del alumno, su nivel de interés por una o varias materias, su ritmo de aprendizaje, sus necesidades particulares…
3. Actividades de ocio, juegos y desconexión
Las actividades extraescolares no son la única propuesta que puede integrarse en las tardes que avanzan de lunes a viernes. Hay otras alternativas de planes, actividades y opciones de entretenimiento. Además, frente a la ocupación también existe el ingrediente necesario del descanso y la desconexión. Por ello, el número de extraescolares debe integrarse de manera coherente en una balanza que se nutre con otros factores que promueven el bienestar infantil.
El equilibrio no solo remite al niño, sino también al bienestar de los padres. Hay que evitar que toda la atención gire de forma constante en torno a la logística que requiere llevar al niño a una actividad o ir a buscarle a la salida.
4. Observar al niño tras el inicio de las actividades extraescolares
Para dar con la clave de la proporción y el equilibrio indicado en la cantidad de extraescolares, observa a tu hijo tras el inicio del curso. Por ejemplo, puedes estar atento a su nivel de energía, motivación o estado de ánimo a lo largo de la semana. Si muestra signos de cansancio intenso, es recomendable hacer algún reajuste. Por esta razón, para contextualizar la decisión, es aconsejable poner en perspectiva la evolución del niño en años anteriores. Teniendo en cuenta, además, que cada curso supone un mayor nivel de exigencia en relación con la dificultad de las materias y los deberes.
Participar en actividades extraescolares a lo largo del curso es una experiencia positiva. Sin embargo, el número seleccionado debe mostrar una adecuada proporción para lograr un buen equilibrio. El equilibrio entre la ocupación, centrada en un objetivo específico, y el tiempo libre. Cuando el número seleccionado es demasiado elevado, el horario de extraescolares no se disfruta plenamente.
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