Normas de convivencia en casa: 8 errores que confunden a los niños

Las normas de convivencia en casa proporcionan estabilidad. Crean un entorno seguro que potencia el bienestar emocional de adultos y niños. Son principios que fomentan el desarrollo individual y el bien común. Por ello, el establecimiento de límites y criterios claros fortalece el estilo de vida y la rutina con la que se familiariza el niño. Las normas de convivencia familiar deben adaptarse a la realidad de cada hogar.

Sin embargo, existen errores frecuentes que crean confusión en los niños, es decir, añaden un mayor nivel de complejidad. En El Blog Infantil enumeramos ocho errores que debilitan el sentido y el significado de las normas de convivencia para niños.

1. Cambio de criterio habitual en las normas de convivencia para niños

La utilidad práctica de una norma de convivencia fortalece la armonía en el hogar cuando se prolonga a largo plazo. Sin embargo, los cambios de criterio habituales, que rompen con lo expuesto en un principio concreto, crean confusión en los niños. Desde este punto de vista, la adopción de una norma se percibe como un proceso aleatorio o casual.

2. Negociar y buscar acuerdos en torno a todas las normas de convivencia familiar

Priorizar un código concreto, no supone imponerlo de manera aleatoria. Las normas de convivencia, que se toman de forma consciente, se alinean con el desarrollo infantil, la protección, la realización del bien y la búsqueda de la felicidad. La negociación en torno a las normas de convivencia puede volverse interminable si cada punto debe ser acordado a partir del consenso entre padres e hijos.

3. Normas excesivamente generales y poco concretas

La comprensión de los principios planteados es más compleja cuando los puntos expuestos son excesivamente generales. Hay que tener en cuenta que la realidad de la vida familiar es particular y específica. En consecuencia, cuanto más concreto es el contenido de una norma, más útil resulta en la práctica.

4. Presentar un número excesivo de normas de convivencia para niños

No es necesario establecer una lista interminable de puntos para mejorar la convivencia familiar. Lo más importante es que los límites elegidos sean útiles y positivos. Es decir, es esencial que se alineen con su verdadero propósito inicial.

Sin embargo, un número excesivo de normas y límites no solo puede ser un obstáculo para la comprensión infantil, sino que también interfiere en la responsabilidad del adulto. Este enfoque se transforma en un tipo de autoboicot. Es probable que dos normas caigan en algún tipo de contradicción.

5. Mostrar las diferencias de criterio delante de los niños

Es muy posible que los progenitores no coincidan en su visión sobre el orden de importancia de los límites planteados. Sin embargo, es un error mostrar las diferencias de criterio delante del niño. Especialmente, si ello supone quitar autoridad al padre o la madre (o desacreditar su opinión).

6. Falta de coherencia

La falta de coherencia de las normas de convivencia familiar puede ir más allá de la ausencia de equilibrio entre la teoría y la práctica. Existen otras muchas contradicciones que influyen negativamente en la educación y la crianza. Por ejemplo, es posible que los principios mencionados no estén en sintonía con la escala de valores personales, con la edad del menor o con la propia realidad del hogar.

7. Falta de seguimiento de las normas de convivencia familiar

Es recomendable que los padres establezcan unos límites claros para educar a sus hijos. Pero, al igual que ocurre con las normas de convivencia escolar, los principios no tienen un valor absoluto por sí mismos.

Necesitan del respaldo constante del acompañamiento, la reflexión, la inteligencia emocional y la toma de decisiones. De este modo, los límites se integran verdaderamente en el estilo de vida en el hogar.

8. Numerosas normas de convivencia para niños planteadas de forma negativa

Existen muchos límites que comienzan con la palabra «no». Sin embargo, es posible reformular un principio para plantearlo de un modo positivo.

Las normas de convivencia en el aula, en el colegio, en la sociedad y en casa educan y forman a los niños. Por ello, los principios adoptados en el hogar deben alienarse con un contexto más amplio.

Educación #límites #normas