No salgo de mi asombro: lanzamiento de bebés al vacío
Nada más lejos de mi intención que criticar, juzgar o poner en tela de juicio las costumbres, el folklore y las culturas de los diferentes países del mundo. Pero hay cosas que se salen de madre con sólo pensarlas.
En la India existe una centenaria tradición sobre los bebés con dos meses de vida y niños hasta dos años. Dicha tradición consiste en lanzarlos al vacío desde el balcón de un templo indio. El motivo de esta costumbre es aumentar la fortaleza del niño en el futuro. No salgo de mi asombro.
Al parecer, esta tradición responde al nombre de Okali. Desde una altura de quince metros, el niño es lanzado al vacío, siendo recogido por un grupo de personas que sujetan una manta. Como si fueran bomberos en un incendio. No salgo de mi asombro.
Fortaleza, salud y prosperidad son los aditivos a esta práctica, rechazada por bastante gente que, sin embargo, se sigue utilizando y que muchos también son reacios ha dejar de lado. No salgo de mi asombro.
Lo peor de todo es que no es una práctica ilegal, por lo que las autoridades indias se ven obligadas a permitirlas con total impunidad. Como mucho, supongo que podrán presenciarlas por si algún niño sale rebotado de la manta. No salgo de mi asombro.
Ya está bien de tener que permitir que el respeto a las tradiciones sirva de bandera para este tipo de actos desproporcionados y totalmente inhumanos. Algo se podrá hacer al respecto por parte de autoridades competentes. No puedo creer que los vacíos legales lleguen a estos límites. O quizás, viendo el mundo que nos rodea y ciertas personas que lo dirigen, sea perfectamente comprensible y aceptable. No salgo de mi asombro.
Vía | ABC.es Internacional