No eres primeriza, deberías estar acostumbrada

No eres primeriza, deberías estar acostumbrada

Escrito por: Belén    23 noviembre 2010    2 minutos

Nadie puede negar que tras el nacimiento del primer hijo los siguientes embarazos no son iguales. Ya sabes, más o menos, lo que te espera, pierdes gran parte del miedo, compras menos cosas innecesarias y te sientes más preparada. Aún así hay cosas que te siguen preocupando, como te organizarás o como lo aceptarán los hermanitos, entre otras. Pero hay algo que no cambia, el amor por tu nuevo bebé es el mismo tengas los que tengas.

Por eso, porque el amor no cambia, no me gusta ni entiendo la frasecita «No eres primeriza, deberías estar acostumbrada». Esta mañana mi bebé (4 meses) tenía su primera sesión de fisioterapia. Se que le mueven con cariño y cuidado, que es necesario y bueno para él, pero también que le están molestando tanto como para llorar. No puedo evitar que se me forme un nudo en el estómago e incluso que se me salten las lágrimas. No, no soy primeriza, pero tampoco de piedra.

Me pasa lo mismo con las vacunas. Cuando los niños son más mayores es un momento, les pinchan, les distraes y les recompensas por portarse bien. Duele pero es un momentito. Yo no recuerdo el dolor cuando me sacaban sangre, sino los estupendos y especiales desayunos con mi madre al salir del médico. Cuando son chiquitines y no puedes explicarle nada, el llanto me encoge el alma. Ya se que es por su bien y soy yo quien le está llevando y sujetando, pero no por eso me gusta que le hagan daño. No, no me acostumbro. La ventaja es que se lo que tengo que esperar tras ponérsela porque ya lo he vivido, es decir la parte racional funciona, pero la emocional no se habitua.

La próxima vez que alguien me tache de tonta por emocionarme cuando mi pequeñín hace algo o cuando se lo hacen a él contestaré. No soy primeriza pero soy tan madre de este como de la primera, y lo que me ilusiona con ella también con el segundo y lo que me dolía con la mayor me duele igual con el pequeño. O ¿es que ya no puedo celebrar su primera sonrisa, que se encuentre las manitas o que comience a gatear, porque ya lo he vivido?. Me niego, primeriza no, madre sí.

Foto | Amazing

Reportajes