No todos los bebés aprenden a gatear

Todo lo que nuestro niño irá aprendiendo a lo largo de su primer año de vida, dependerá de muchos factores. Aunque hay una estimación generalizada sobre su aprendizaje y el tiempo en el que lo aprende, lo cierto es que ningún niño es igual a otro y cada uno lleva su propio ritmo. De igual modo que no existe un mes exacto en el que le despunten los dientes, por ejemplo, tampoco lo existe para que se inicie en la aventura de andar.

Es alrededor de los 8 o 9 meses cuando el bebé empieza a iniciarse en el mundo del gateo y, de esta forma se inicia su independencia. Pero aprender a gatear no es una tarea que todos los bebés necesitan, de hecho muchos de ellos se lanzan a caminar sin pasar antes por ella.

Aunque esta etapa no resulta imprescindible para su desarrollo, sí es cierto que, a través de ella, el bebé consigue alimentar su experiencia con nuevos conocimientos espaciales, al mismo tiempo que mejora su nivel cognitivo y su curiosidad por el mundo que lo rodea. Son muchos los especialistas que consideran muy importante esta etapa ya que, de algún modo, la inteligencia del bebé recibe nuevos estímulos necesarios para el resto de su vida.

Pero tanto si gatea como si no, nuestro niño irá buscando la forma de desenvolverse en la vida de la mejor manera, por lo tanto no nos debe preocupar que haya pasado de estar sentado en el suelo a ponerse de pie inmediatamente sin pasar antes por la etapa del gateo. Será su propia curiosidad y su seguridad en sí mismo, la que le haga optar por uno u otro sistema. Lo importante es que le ofrezcamos la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades ofreciéndole un espacio adecuado. Pasar mucho tiempo en su sillita o columpio no es aconsejable, mucho mejor si le dejamos explorar el mundo desde el suelo, con libertad suficiente como para que elija como moverse.

Vía | Bebés
Foto | Baby aventura

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