Niños resfriados

Niños resfriados

Escrito por: Jaime Gomez    6 julio 2009    2 minutos

La gripe o influenza es una enfermedad respiratoria producida por el virus de la influenza, similar al virus del resfriado común, pero con síntomas más serios; existen diferentes tipos de estos rotavirus, cuya composición antigénica puede cambiar en poco tiempo, razón por la cuál, nos resfriamos una y otra vez. Sin embargo, el organismo va creando una “memoria” cada vez que lo contraemos, y por eso el cuadro de resfriado no tiene mayores complicaciones y podemos curarnos rápidamente; otro es el caso de los niños pequeños, ya que no han tenido contacto con el virus.

Para un niño de más de dos años, es más fácil superar un resfriado, puesto que tiene mayor control de su cuerpo; por su parte, el bebé no puede soplar por la nariz y le cuesta respirar por la boca, sin contar con que se sienta adolorido y débil. El malestar le impedirá alimentarse con normalidad y le pondrá en riesgo de ahogarse; es conveniente llevarlo al pediatra, tras la aparición de los primeros síntomas. Si el bebé está congestionado, el pediatra puede recomendarle algunas gotas nasales o un succionador para ayudarle a respirar antes de alimentarlo.

En caso de niños un poco más grandes, puede colocarse una almohada abajo del colchón para facilitarle la respiración; estará inapetente y obligarlo a comer no es aconsejable, ya que podría causarle vómito o ahogos. Lo más importante es mantener al niño o al bebé hidratado y controlar la temperatura con baños tibios frecuentes o compresas frías, además de los medicamentos infantiles que el doctor le recete.

Para motivarlo un poco a comer, pueden prepararse los platos favoritos del niño; es importante que se sienta acompañado, ya que el malestar le hará ponerse un poco irritable y consentido. Si no quiere quedarse en la cama, puede levantarse un rato, bien abrigado, para hacerle compañía mientras cocina o quedarse en la cama de los padres por un rato.

Cuando la fiebre suba, le hace bien envolverlo en una sábana blanca, usando menos ropa y de color claro; para la tos es muy buena la mantequilla tibia derretida, con miel y limón, le despeja la garganta y el sabor le agradará mucho.

Fuente l Consejos generales de pediatría
Vía l Health State

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