Niños que oyen mal, mayor riesgo de dislexia

Niños que oyen mal, mayor riesgo de dislexia

Escrito por: Sacra    25 octubre 2017    2 minutos

Según una última investigación, los niños que tienen dificultades auditivas tienen mucho más riesgo de padecer dislexia llegada la edad escolar

Según los datos que se manejan, una de cada diez personas en el mundo padece dislexia. La dislexia es un trastorno cognitivo, de origen neurológico, que se caracteriza por la incapacidad de procesar correctamente las palabras, reconocerlas y, por lo tanto, decodificar la lectura. Se trata de uno de los trastornos que más problemas suele acarrear en la etapa de aprendizaje y, por lo tanto, uno de los motivos principales del fracaso escolar.

Aunque no se sabe cuál puede ser su origen, nuevas investigaciones han dado con la que podría ser una de las claves más relevantes: el problemas de audición en el niño.

Oír bien es fundamental para procesar el lenguaje

Se trata de un estudio realizado por investigadores del Basque Center on Cognition, Braid and Language (BCBL) y que ha sido publicado en la revista científica «Frontiers in Psychology». Con él se ha demostrado como la capacidad lectora puede ir íntimamente ligada a la capacidad auditiva del niño. De esta forma se podría diagnosticar la dislexia de forma temprana y, así, poner las medidas oportunas para que no dificulte el aprendizaje del niño.

En la actualidad es alrededor de los nueve años cuando se detecta este trastorno, lo que ya ha conseguido crear una serie de dificultades en el aprendizaje del pequeño. La mayoría de veces barreras insalvables como la desidia o el desinterés, lo que le aboca, irremediablemente, a un inminente fracaso.

bebé tocando el tambor

La detección temprana es la clave

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han tomado como muestra a 40 niños que estaban cursando segundo y quinto de primaria. El experimento consistió en hacerles escuchar una pseudopalabra, es decir, una palabra inventada. Esa palabra se comprendía mucho mejor cuando iba precedida de frases en las que sólo se empleaban ritmos y entonaciones, sin ningún fonema.

Con este resultado se puso de manifiesto que aquellos niños que no son capaces de procesar bien las frecuencias bajas (tonos, acentos y entonaciones del lenguaje) son los que más dificultad tuvieron para «entender» esta palabra y, por lo tanto, desarrollar su capacidad lectora y los trastornos que de ella se derivan.

La conclusión de los expertos es que, sería importantísimo que desde muy pequeños, se pudiera medir la capacidad auditiva de los niños. De esta forma nos adelantaríamos a posibles trastornos que, como la dislexia, son detectados demasiado tarde. Además, mejorar las habilidades rítmicas de los niños, también podría ayudarles con la comprensión y procesamiento del lenguaje.

Vía | Heraldo
Fotos | Etapa infantil y Thenext family

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