Niños obsesionados con el peso
En la actualidad nuestros niños están expuestos a un buen número de estímulos externos que resulta difícil controlar. La televisión, la moda o internet nos muestran un tipo de seres humanos muy concretos, con un peso específico y que no siempre se corresponde a los valores nutricionales más deseables. Estar delgados se ha convertido, más que en una recomendación saludable, en toda una obsesión.
La gran preocupación sanitaria de los últimos tiempos es el gravísimo aumento de la obesidad entre la población infantil. La mala alimentación o el sedentarismo, se han convertido en dos grandes monstruos que acechan la salud de nuestros peques. Sin embargo, también existe ese otro polo opuesto en el que los niños se convierten en seres obsesionados con la pérdida de peso. Pero ¿qué podemos hacer los padres al respecto?
De la obesidad a la pérdida de peso extrema
En los últimos tiempos el canon de belleza está en la delgadez, en algunos casos tan extrema que roza la enfermedad. Sin embargo nuestros niños están recibiendo esa influencia de forma continua, adaptándola como algo natural y síntoma de éxito y triunfo. Ser aceptados por los demás es una de las necesidades de todo ser humano, mucho más cuando la personalidad está en proceso, y la parte física, para esa aceptación, es muy importante, o al menos eso piensa gran parte de la sociedad.
Ofrecer a nuestros hijos una alimentación sana y equilibrada es una de las tareas fundamentales de los padres, ya que de ella va a depender, en gran medida, su salud. Pero, además de ello ¿cómo podemos ayudarles para eliminar esa obsesión por el peso y la extrema delgadez?
Consejos para eliminarles el miedo a engordar
Como siempre decimos, nuestro ejemplo es el mejor consejo que podemos darle, por eso debemos revisar antes nuestros hábitos y forma de entender nuestra relación con la comida, para saber cuál es la lección que le estamos dando a nuestros hijos. No olvidemos que a ellos nos les vale aquello de «haz lo que yo digo y no lo que yo hago».
- En casa debemos seguir un plan de alimentación y no una dieta. Hay que ofrecerle alimentos variados y ricos en nutrientes que conformen un menú modelo para seguir en el hogar.
- Está comprobado que aquellos niños que ayudan a hacer las compras de alimentación y echan una mano en la cocina, comen mejor y de forma más equilibrada. Así que anima a tu peque a compartir esta tarea. Juntos podéis hacer un plan semanal para el menú.
- No caigas en la trampa de alimentos buenos y alimentos malos. Del mismo modo que las prohibiciones tajantes a ciertos nutrientes. Es importante que les hables de los beneficios o menos beneficios de ciertas comidas. Podemos negociar el menú que vamos a tomar, pero nunca aceptar chantajes ni tampoco premiar si han conseguido lo que queremos.
- No seas ejemplo de dietas extremas. Lo único que vas a conseguir es que sigan ese mal ejemplo.
- Tu opinión es importante, así que mejor no enfoques el aspecto físico como la única opción de belleza. Tener valores, ser buena persona o entregar cariño son también una forma de belleza, y mucho más duradera que la anterior.
- Enseña a los niños a entender que todos somos distintos, diferentes y únicos, por lo tanto nuestro aspecto físico no sigue un determinado modelo para todos. En la variedad está la maravilla de la naturaleza y no debemos compararnos con nadie.
- Da confianza y seguridad a tus hijos. En la mesa, como en el resto de aspectos de la vida que compartimos, es necesario que se sientan protegidos y queridos, incluso en esos momentos en los que no compartimos iguales opiniones.
- Anímale a que realice ejercicio físico y, siempre que podáis, hacerlo en familia.
Vía | Contigo salud
Fotos | Fmdos, Baby Radio y Blogs hoy
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