Los niños no siempre tienen las mismas enfermedades del viajero que los adultos

Acaban de terminar las vacaciones de Semana Santa y Pascua y ya estamos pensando en el verano. Ya estamos leyendo noticias de vuelos baratos y buscando alojamientos en los que los niños puedan disfrutar tanto como nosotros. Pero, al parecer, en estos planes nos olvidamos de algo importante, preparar la parte médica del viaje con los pequeños, especialmente en los viajes internacionales. Las enfermedades del viajero son las provocadas por la presencia de bacterias patógenas en alimentos y bebidas, las alteraciones en la piel por el clima y las propias del destino.

En el caso de los menores las más frecuentes son diarreas en un 28 por ciento, problemas en la piel en un 25 por ciento de los casos, en el 23 por ciento fiebres de varios tipos y en un 11 por ciento problemas respirtorios. Estas patologías les afectan dependiendo del destino, las relacionadas con la piel son más frecuentes al regreso de Latinoamérica, las diarreas y gastroenteritis en los viajes a Oriente Medio y Norte de África y las fiebres se contrajeron sobre todo, en los viajes a Asia y África Subsahariana.

Sólamente un dos por ciento de estas enfermedades podrían prevenirse con una profilaxis o una vacuna. Sin embargo, hay otros medios preventivos, como visitar al médico antes de iniciar el viaje para que nos aconseje, preparar un botiquín para solventar los problemas leves que pueden presentarse, proteger a los niños del sol y del contacto con animales. Se debería preguntar en el Centro de Vacunación Internacional la conveniencia de vacunar a los niños, igual que a los mayores.

Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Juli Ryan

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